El economista Felipe Morandé, quien fuera ministro de Transportes y Telecomunicaciones del Gobierno de Sebastián Piñera entre marzo de 2010 y enero de 2011, afirmó que "prohibir el lucro es tan antinatural como prohibir el sexo".
En una entrevista con el diario La Segunda, el economista y militante de Evópoli arremetió contra el "conservadurismo" de quienes, desde la izquierda, se opone al retiro de utilidades en el ámbito de la educación, como si la condena al lucro fuera parte de una nueva "religión".
"Prohibir el lucro es tan antinatural como prohibir el sexo, en el sentido de que las personas nos movemos por fuerzas al interior nuestro que se manifiestan, entre otras cosas, en el sexo y en el lucro", señaló el ex secretario de Estado.
Las personas necesitan para vivir tener estas características y reprimirlas innecesariamente termina siendo contraproducente. Si a ti te reprimen el sexo vas a tener problemas serios, mentales, y vas a tener una personalidad tal vez distorsionada. Lo mismo si prohíben el lucro", argumentó Morandé.
El ex ministro remarcó que el mentado conservadurismo de la izquierda se manifiesta en el andar "condenando a quienes no están de acuerdo con eliminar el lucro, como si fuera un pecado, como si fuera algo que va contra de algún tipo de religión", y especuló que "la opinión pública tiene un concepto del lucro que puede estar distorsionado", porque "lo atribuyen a la codicia de grupos de empresarios, (cuando) no necesariamente es así".
Jackson como "un clérigo musulmán extremo"
Para Felipe Morandé, "la equivalencia entre lucro y codicia es lo que lleva a la gente a ser lapidaria en su juicio contra el lucro", y el diputado Giorgio Jackson, líder de Revolución Democrática, "se sube a esa ola condenatoria de la codicia".
"Tiene esa cosa que muchas veces afecta a los dirigentes juveniles -aunque ya no es tan joven- en el sentido de ver las cosas muy en blanco y negro. Justamente esa visión un poco dual, o extrema, es la que lo lleva a esta especie de beatería contra algunas formas de comportamiento humano que no le parecen; por ejemplo, el lucro", analizó.
Según el ex secretario de Estado, el ex presidente de la FEUC "se constituye en una especie de sacerdote que está oteando el devenir de la sociedad, buscando quién está lucrando y denunciarlo, así como lo hace, por ejemplo, un clérigo musulmán extremo, que busca algo que podría ser contrario al Corán".