La Presidenta Michelle Bachelet defendió este jueves el modelo de educación pública que implementa a través de las reformas de su Gobierno, en un acto en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) durante su viaje a Washington.
Bachelet, que visita la capital estadounidense para asistir a la Cumbre de Seguridad Nuclear, participó en una conversación sobre transparencia y reformas educativas con el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, en la sede de esa institución.
"La educación tiene que ser un derecho social y no un bien de consumo", aseveró Bachelet, quien ha convertido la reforma educativa en uno de los ejes de sus políticas desde el inicio de su segundo mandato.
Precisamente el titular del BID halagó a Chile como uno de los países latinoamericanos "más avanzados" en materia de educación y recordó que la reforma comenzó como respuesta a las multitudinarias protestas de los estudiantes.
"Las demandas de los estudiantes eran de calidad y sobre cómo miramos el modelo de educación", unas reivindicaciones que Bachelet aseguró haber escuchado.
Esta reforma repercutirá en "la competitividad y la productividad" del país, ya que la economía también se beneficiará de "contar con más personas bien cualificadas", enfatizó.
Corrupción
Bachelet también abordó hoy en el BID el tema de la transparencia para acabar con la "corrupción", una área en la que considera que Chile tiene "una agenda muy dura".
Sin embargo, reconoció que "no basta con la ley" y que se requieren "instancias supervisoras" que garanticen su cumplimiento y que persigan a los culpables.
Anteriormente al acto del BID, Bachelet se reunió hoy con empresarios estadounidenses, junto con su canciller, Heraldo Muñoz, y el embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés.
Las empresas estadounidenses que invierten en Chile "expresaron confianza en la economía chilena y su voluntad de seguir participando en el proceso de desarrollo del país", consideró Valdés en declaraciones a los periodistas tras el acto en el BID.
La agenda de la Presidenta continuó hoy con una reunión bilateral con el primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, y la cena de bienvenida en la Casa Blanca del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a los líderes de más de 50 países que asisten a la cumbre.