Sólo 31 puntajes nacionales salieron este año de los colegios municipales.
Las promesas que se hicieron cuando se reemplazó la PAA no se han cumplido, dijo el ministro.
El ministro de Educación, Harald Beyer, sostuvo que la Prueba de Selección Universitaria (PSU) no ha podido dejar atrás las desigualdades que plasmaba la desaparecida Prueba de Aptitud Académica, según dijo.
En total fueron 219 los alumnos que obtuvieron puntajes máximos a nivel nacional, de los cuales el 61 por ciento (135) provenían de colegios particulares pagados, 24 por ciento (53 jóvenes) de colegios particulares subvencionados y sólo 14 por ciento (31 estudiantes) de los colegios municipales.
El secretario de Estado y el Presidente Sebastián Piñera compartieron esta mañana en el Palacio de La Moneda con algunos de los jóvenes que lograron puntajes nacionales. Tras esto, Beyer hizo una abierta crítica al actual sistema de selección.
"Esta prueba está cumpliendo 10 años. En su momento se prometió que iba a contribuir a la equidad en la selección universitaria, y la verdad es que nada de eso parece desprenderse de la evolución que han tenido los resultados en esta prueba", dijo Beyer.
"Después de 10 años de evaluación, el sistema no ha levantado la calidad de la educación media y tampoco corrigió la desigualdad", afirmó.
Según muestran los distintos resultados, "todavía el sistema educacional no logra corregir adecuadamente las desigualdades de origen y, de alguna forma, esto se refleja en el Simce de cuarto (básico), octavo, segundo medio y, finalmente, también en la PSU", sentenció Beyer.
Zolezzi rechaza la "crítica al instrumento"
El vicepresidente del Consejo de Rectores, Juan Manuel Zolezzi, se mostró en desacuerdo con lo expresado por el ministro, señalando que la desigualdad en los resultados de la PSU obedece no al test en sí, sino que a otros factores.
"Cuando se cambió de la Prueba de Aptitud Académica (PAA) a la PSU se hizo porque interesaba medir más los contenidos curriculares. Se suponía que se iban a pasar los contenidos curriculares en todos los colegios al mismo nivel, por lo tanto iba a haber una base común sobre la cual operar", recordó Zolezzi.
"Toda la información hacía ver que, desde ese punto de vista, se iba a obtener una mayor equidad que solamente pensando en habilidades; aunque no era sólo (eso) lo que buscaba la Prueba de Aptitud Académica, que también medía contenidos", explicó el rector de la Usach.
"Lamentablemente no se dieron las bases para que eso esté, pero eso no es culpa de instrumento, no es culpa de la PSU", dijo el académico: "Cualquier prueba que hagamos hoy día de selección en base a los contenidos del estudiante va a presentar el mismo resultado", pronosticó.
Las cifras del Cruch
Un estudio de las universidades del Consejo de Rectores (Cruch) evidenció que las brechas socioeconómicas se reflejan en los puntajes de la Prueba de Selección Universitaria (PSU).
Así, los jóvenes que provienen de una familia que recibe menos de 144 mil pesos obtienen, en promedio, 453 puntos, cifra que va ascendiendo a medida que aumentan las remuneraciones del grupo familiar, ya que los que perciben más de un millón 584 mil pesos, promedian 629 puntos.
El jefe del Comité Técnico Asesor de la PSU del Cruch, David Bravo, explicó que "el nivel educacional de los padres al igual que el nivel de ingresos de las familias es parte del principal factor explicativo de porqué hay diferencias hoy día entre estudiantes en el país, más que el tipo de establecimiento".
La PSU fue creada en el año 2000 por acuerdo del Consejo de Rectores y su elaboración y aplicación está a cargo de la Universidad de Chile a través de su Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre).
