Nueva normativa exigirá la validación para que las universidades entreguen títulos.
El Presidente pidió a parlamentarios que aprueben lo antes posible esta iniciativa.
El Presidente de la República, Sebastián Piñera, firmó este martes el proyecto de ley que reemplaza la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) por la Agencia Nacional de Acreditación (ANA), la que tendrá nuevas atribuciones para velar por la calidad de las universidades.
El sistema de la CNA entró en crisis luego de que se descubrieran graves irregularidades en el otorgamiento de las acreditaciones, que tenían como protagonista al ex director de la institución, Luis Eugenio Díaz, quien recibía pagos por parte de algunas universidades en proceso de validación.
El Presidente informó que desde que se apruebe la nueva ley, "para que en nuestro país una institución de educación superior pueda recibir financiamiento del Estado tiene que ser acreditada y para entregar títulos, tiene que estar acreditada".
Este último punto es uno de los grandes cambios: sin acreditación no habrá posibilidad de certificar a los profesionales. El otro es que se terminan las acreditaciones por diferentes periodos de tiempo: desde que entre en vigencia la ley serán entregadas por seis años como único plazo y la opción será entregarla o no entregarla.
Piñera agregó que la ANA "va a tener características diferentes a la CNA. Va a ser más autónoma, porque sus integrantes van a ser elegidos por la alta dirección pública y van a ser aprobados por el Senado. Los procedimientos, más integrales, pues va a evaluar a las instituciones en su conjunto y no por partes".
Además, dijo el Mandatario, "será más exigente, porque los criterios van a pedir más para que se garantice educación de calidad a los alumnos. Y dinámica porque no bastará con acreditarse: va a haber seguimiento y si dejan las normas, tendrá que reacreditarse o perder la acreditación".
En su discurso, con la voz afectada por una disfonía, Piñera pidió "a los parlamentarios presentes la aprobación de esta ley con premura y la aprobación de la Superintendencia de Educación Superior que es absolutamente necesaria para trabajar por una mejor educación".
En tanto, el ministro de Educación, Harald Beyer, expresó que "lo que queremos es que ese proceso sea más conocido por la opinión pública, que no solamente haya estándares sino que haya un manual de acreditación que establezca claramente cómo debe ser llevado adelante un proceso de acreditación".
