El titular de Justicia apuntó a "errores" de medios de comunicación con "afán persecutorio".
"Buscaron involucrar a mi familia en cuestionamientos políticos", alegó, anunciando que ejercerá una "rotunda defensa".
Faltando pocos minutos para las 10:00 de la mañana, el ministro de Justicia, Teodoro Ribera, confirmó, en un breve punto de prensa en el Palacio de La Moneda, su "renuncia indeclinable al cargo", que había trascendido minutos antes, alrededor de las 09:00 horas, al cabo de una semana de críticas y especulaciones a raíz de su vinculación con el escándalo de las acreditaciones y el ex presidente de la CNA Luis Eugenio Díaz.
"He venido a agradecer al Presidente de la República los actos y declaraciones de confianza que él y el Gobierno me han otorgado en estos difíciles días. Con todo, he presentado mi renuncia indeclinable al cargo de ministro de Justicia, con el cual fui honrado por el Presidente Sebastián Piñera, a quien le reiteré mis sinceros agradecimientos por ello", dijo Ribera.
"En las últimas semanas he sido objeto de acusaciones tendenciosas, basadas en hechos inconexos, sin fundamento o sencillamente falsos. Buscaron asociarme injustamente a hechos reprobables, se ha escarbado en viejos expedientes omitiendo informar sobre la verdad establecida", declaró.
El ex rector de la Universidad Autónoma añadió que en la prensa "se le ha dado tribuna a quienes han sido objeto de reproches por la Justicia, y se ha buscado involucrar a mi familia en estos cuestionamientos políticos con un mero afán persecutorio".
Anuncia contraataque
"Lamentablemente no se restablece adecuadamente la honra personal con una simple declaración de reconocimiento de un error por parte de un medio", añadió el ahora ex ministro, que manifestó su intención de defenderse en forma "rotunda" de las acusaciones.
De momento, "esta situación, sin visos de detenerse, dificulta tanto mi labor como ministro como mis posibilidades de proteger mi imagen y la de mi familia, que he decidido por ello presentar mi renuncia voluntaria e indeclinable a Su Excelencia bajo la férrea convicción de que ninguna de mis actuaciones privadas y ministeriales se han apartado de la línea ética y legal".
"De esta manera (con la dimisión) no comprometo los esfuerzos del ministro en circunstancias ajenas a su cargo, y adquiero plena libertad para ejercer mi propia y rotunda defensa", dijo Ribera, que dedicó un "especial agradecimiento a los gestos de aprecio de mundo parlamentario, especialmente de mi partido, Renovación Nacional, y de mis compañeros de ruta, la Unión Demócrata Independiente".
Legado y futuro
Teodoro Ribera defendió también ante la prensa su gestión a la cabeza de la cartera de Justicia: "Como secretario de Estado me dediqué con fuerza y entusiasmo a cumplir los mandatos presidenciales y a darle forma a los valores, visiones y convicciones que me inspiran".
"Así es como impulsé con especial dedicación una nueva política penitenciaria y el consiguiente fortalecimiento de Gendarmería, la aprobación de nuevas leyes para la protección de los niños y niñas contra la violencia sexual, la división del Sename, el acceso a la Justicia, la creación de una Subsecretaría de Derechos Humanos y la modernización del sistema notarial, entre otras iniciativas", enumeró.
"También se dedicó especial esfuerzo a la elaboración y tramitación de un nuevo Código Procesal Civil, con una ley que perfeccione el Sistema Procesal Penal", dijo.
"Dejo a quien me suceda un Ministerio ágil y competente, así como muchos proyectos ya aprobados a nivel presidencial, como son los nuevos centros de educación y trabajo de Arenales, en Copiapó, y La Laguna, en Talca, como la nueva Escuela de Gendarmería en Traiguén", indicó.
Educación y Justicia siguen ligadas
"Finalmente, manifiesto desde ya que una vez superada esta situación mi voluntad es seguir contribuyendo en el ámbito público. Ésta es mi declaración oficial. Muchas gracias, les agradezco sinceramente y nos veremos dentro de poco", finalizó el ex ministro, que no aceptó preguntas de la prensa presente en La Moneda al cabo de su comparencia, que no se extendió por más de cuatro minutos.
Teodoro Ribera asumió como ministro de Justicia en julio de 2011 en reemplazo de Felipe Bulnes, quien en pleno conflicto estudiantil asumió la cartera de Educación que había dejado vacante Joaquín Lavín, trasladado entonces al Ministerio de Desarrollo Social.
A fines del año pasado Bulnes renunció al cargo y fue destinado como embajador en Estados Unidos. Asumió la conducción del Mineduc Harald Beyer, ex investigador del Centro de Estudio Públicos, quien hoy también enfrenta cuestionamientos debido al escándalo de las acreditaciones.
