El ministro Alvaro Elizalde dijo que con "la resolución adoptada por el consejo de ministros se ha restablecido el cauce institucional".
Endesa acusó "un cambio de actitud del Gobierno" frente al emblemático proyecto.
Tras la resolución del Comité de Ministros que rechazó el proyecto hidroeléctrico Hidroaysén las acciones de Colbún y Endesa cerraron, el miércoles, con leves bajas en la Bolsa de Comercio de Santiago.
La Moneda respondió, en tanto, a los emplazamientos surgidos de parte del empresariado y del anterior Gobierno, descartando que la decisión tomada se deba a factores políticos, según lo expresó el ministro vocero de Gobierno, Alvaro Elizalde.
"Se acabó el tiempo de los telefonazos", afirmó el secretario de Estado.
"Los proyectos con impacto ambiental ya no se aprueban o rechazan con telefonazos, sino que en el marco del respeto a la institucionalidad vigente", agregó el vocero de Gobierno.
Elizalde aludió de esta manera la intervención que tuvo en 2010 el entonces Presidente Sebastián Piñera para impedir la instalación del proyecto termoeléctrico Barrancones en las cercanías del santuario natural de Punta de Choros, en la Región de Coquimbo.
Cumpliendo lo que había dicho en campaña -como le exigían ambientalistas- el entonces Mandatario se opuso al emplazamiento de Barrancones y se comunicó directamente con la empresa Suez para que lo cambiara.
Pocas horas después la multinacional anunció su decisión de suspender el proyecto, decisión que, si bien fue celebrada por los ecologistas, a juicio de actores del oficialismo y la oposición, "puso en entredicho" a la institucionalidad medioambiental.
"No me arrepiento de Barrancones", dijo en todo caso, hacia el fin de su mandato, el ex Presidente.
Según indicó ayer el vocero Álvaro Elizalde, "con la resolución adoptada por el Consejo de Ministros se ha restablecido el cauce institucional que nunca debió perderse".
"Ni hoy ni nunca"
La ex ministra del Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte (2007-2010), apuntó, en tanto, que una solución al vacío que deja el emblemático proyecto apunta a darle prioridad a las pequeñas centrales hidroeléctricas.
"Se ha tomado la decisión técnica y legalmente adecuada. Este proyecto tiene un pecado que no tiene solución y es que genera impactos ambientales de carácter irreversible y, en ese sentido, no puede ser aprobado ni hoy ni mañana ni nunca", indicó.
Cuatro son las opciones que tiene hoy Hidroaysén para reaccionar ante la resolución del comité ministerial: podría no hacer nada perdiendo así 300 millones de dólares, efectuar modificaciones al proyecto y proponer un nuevo estudio de impacto ambiental, o bien recurrir a la Justicia para impugnar la resolución.
La cuarta opción y la más radical sería ir al Ciadi, organización dependiente del Banco Mundial que tiene como misión arreglar diferencias alusivas a las inversiones, decisión que al parecer tendrá que seguir esperando pues Hidroaysén ha optado por el silencio a la espera de la notificación por parte del comité de ministros dentro de los próximos 20 días.
Si la empresa opta por ir a la justicia, tiene 30 días posteriores a esa fecha para comunicar su decisión.
En opinión de Patricio Rodrigo, secretario ejecutivo de Patagonia Sin Represas, en Colbún y Endesa "tienen que ser cautos y respetuosos, porque sin duda tienen muchas explicaciones que darle al país de cómo se hicieron de la empresa que antes fue pública y cómo se hicieron de las aguas que hoy día son de su propiedad".
"Ellos llegan mal al debate y van a perder más de lo que perderían si llegan con una actitud más reverente y respetuosa", estimó Rodrigo.
