La ministra de Justicia, Javiera Blanco, aseguró que vio "mucho doble estándar" durante la interpelación que se le realizó el pasado martes en el Congreso Nacional y que se quedó con la sensación de que en la instancia sólo se buscó "ganar una trinchera".
"En la interpelación vi mucho doble estándar y en política no puede haber doble estándar. Cuando uno habla de pensiones, y tú sabes que las pensiones más altas estuvieron radicadas en años anteriores, uno pone esa información sobre la mesa para hacer ver que la discusión de trincheras no tiene ningún sentido", afirmó en entrevista con El Mercurio.
Es precisamente esta información la que dio a conocer durante la interpelación, cuando aseguró que existieron más pensiones sin tope en Gendarmería durante el Gobierno del ex Presidente Sebastián Piñera que en la actual administración de la Mandataria Michelle Bachelet
"Es un dato objetivo que entregué para efectos de poder aclarar que estos no son temas de ahora, porque pareciera ser que a partir de ciertas situaciones particulares, Chile descubrió que había una pensión alta. Lo único que quiero establecer es que la mayor parte de las pensiones sin tope se pagaron en la administración anterior. Que la pensión más alta que se paga hoy día en Chile es la de un subdirector operativo que estuvo a finales del período de Piñera", explicó.
Sin embargo, la ministra Blanco recalcó que en todo momento "sentí totalmente el apoyo de la Nueva Mayoría, eso ha sido una señal súper potente".
Problemas son propios de la cartera
De igual forma, la autoridad reconoció que "el Ministerio de Justicia tiene complejidades inherentes a la cartera, eso uno lo sabe desde el día uno en que asume; por lo tanto, si uno pretende asumir en un ministerio por aplausos, es complejo".
"Uno no puede hacer una evaluación según si algo le pasa la cuenta o no. Lo que hay son problemas que son propios de la cartera, que han sido históricos. Me ha tocado conocer todos los problemas que han venido desde el Sename y de Gendarmería desde que entré a trabajar en estos temas, en 1998. Por eso sé que son estructurales, endémicos, sistémicos, y para poderlos romper y quebrar, hay que cambiar cosas que han estado asentadas muchos años", enfatizó.
Por esto, "lo que no me gustaría es que el interés esté solo enfocado en ganar una trinchera, en ganar una pelea política; porque después de la interpelación, es la sensación que me queda".
"¿Sabes qué? Sentí que era muy difícil dialogar, porque la respuesta, o la réplica, se hacía independientemente de lo que yo dijera. Se perdieron oportunidades para preguntar cosas de contenido, que estaba disponible para explicar, aclarar", sostuvo.
Y añadió: "Como ministra de Justicia, lo que me corresponde es que si hay una interpelación o una acusación constitucional, es ir a las instancias que corresponden a presentar los descargos. Ahora, si usted me pregunta cómo veo el trabajo que se ha hecho en Justicia, creo que ha sido súper serio, responsable, histórico, de poner atajo a situaciones de abuso que se venían presentando hace mucho tiempo".