Isaac Givovich, Jaime Concha, Jorge Franco y Gonzalo Dezerega, cuatro ex alumnos del Instituto Alonso de Ercilla, se reunieron el martes con el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, para prestar testimonio sobre los abusos sexuales que sufrieron durante su paso por el establecimiento educacional perteneciente a la congregación de los Hermanos Maristas.
En el encuentro también estuvo presente el sacerdote español Jordi Bertomeu, quien ofició de notario, y dejó constancia en el acta de la cita que el enviado papal les señaló a las víctimas "derecho de denunciar civilmente", ante los tribunales, los hechos ocurridos.
También les señaló que la reunión "no es una declaración formal, sino el encuentro de amigos que buscan lo mismo: la justicia", informa esta tarde La Segunda, al dar cuenta de algunos fragmentos transcritos en el documento.
El vespertino señala que los relatos fueron encabezados por Isaac Givovich, hoy de 38 años, quien actúa como vocero del grupo, y contó que desde los seis años fue abusado por el hermano marista español Adolfo Fuentes, y a los ochos años sufrió la primera violación por parte del mismo religioso.
"A partir de entonces, las violaciones fueron una vez a la semana", situación que se extendió hasta el año 1991, cuando el religioso se fue del establecimiento.
Givovich fue abusado sexualmente desde que tenía seis años por el religioso español Adolfo Fuentes.
Givovich aportó además que Adolfo Fuentes "actualmente estaría en Bolivia, Cochabamba", y que "tres agresores maristas: Abel Pérez, Luis Cornejo y Armando Alegría (...) viven hoy enfrente a la Nunciatura, en Chile". Algunos de ellos han explicado los abusos como si se tratasen de juegos".
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El denunciante Gonzalo Dezerega, hoy de 53 años, relató haber sido abusado y violado por Abel Pérez, quien tras cometer estos actos lo acusó de haberlo "hecho pecar". Los episodios se extendieron por un año y le generaron el "trauma de no querer ser padre".
Jaime Concha, de 55 años, dijo haber sufrido abusos frecuentes de los hermanos maristas José Monasterio y Abel Pérez. Este último lo amenazaba con abusar a sus "hermanos pequeños" para evitar que opusiera resistencia.
Los actos de Pérez se extendieron por tres años y "terminaron cuando la víctima estaba en 2° medio", ocasión en que "fue violado por cuatro de sus aprendices (de Pérez)".
Varios de los testimonios apuntan al hermano marista Abel Pérez.
Jorge Franco, también de 55 años, señaló que "si bien no fue víctima de los hermanos maristas, sí lo fue de los sacerdotes que traía al colegio el hermano Jesús Pérez", reseña el acta, donde se apunta al cura Sergio Uribe.
"Con el tiempo la víctima caería en el alcohol, droga y repitió curso", finaliza el testimonio.
Los denunciantes -que se denominan a sí mismos "sobrevivientes"- concluyeron agradeciendo a Scicluna el encuentro, y solicitando "que el Santo Padre sea sabedor de tales abusos".
