El recinto religioso mantendrá sus puertas cerradas durante cinco días para reparar rayados y destrozos.
La Catedral de Santiago permanecerá cerrada durante cinco días por "ofensas y sacrilegio", de acuerdo a un comunicado pegado a las puertas del templo.
Personal del recinto religioso trabajará durante este tiempo en reparar los destrozos y rayados que dejó el ingreso de un grupo de manifestantes pro aborto la noche de este jueves.
El miércoles 31 de julio se realizará una "misa de desagravio" presidida por el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati.
Ezzati acusó a "grupo de anárquicos" de ofender a Dios
Ezzati señaló que "la hermosa celebración eucarística de la Catedral Metropolitana ha sido violentamente perturbada por un grupo de anárquicos que irrumpieron en el templo gritando consignas contra la vida y a favor del aborto".
"La intolerancia de los fanáticos y su violenta irracionalidad ha sido una grave ofensa a Dios y a toda la comunidad de los creyentes en Cristo", afirmó el sacerdote que presidía la ceremonia que fue interrumpida por los manifestantes.
"Una vez más la violencia es la razón de quienes no saben usar la razón. Con Jesús en la cruz pedimos: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen", sentenció.
Tohá fustigó destrozos
La alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, dijo que "lo que sucedió el día de ayer en la Catedral es lamentable, fue un hecho agresivo, una profunda falta de respeto para las personas que estaban allí reunidas".
"No soy una persona creyente, pero sentí que las personas que estaban en la iglesia en ese momento estaban siendo agredidas de una forma gratuita que no es aceptable", agregó la jefa comunal, quien formaba parte de los asistentes a la celebración al apóstol Santiago que tenía lugar antes de la interrupción.
En los incidentes, Carabineros detuvo a dos personas. Uno de ellos fue formalizado durante la tarde de ese viernes por maltrato de obra a Carabineros, debido a que pateó a uno de los uniformados.
