Pablo Walker cree que no se puede ignorar que existen situaciones de hecho que necesitan ser reguladas.
De todas maneras, manifestó su interés en que el vínculo no sea denominado "matrimonio".
El capellán del Hogar de Cristo, Pablo Walker, explicó a Una Nueva Mañana que tiene la esperanza de que con el Acuerdo de Vida en Pareja se dignifique a "cada ser humano".
Walker, en primera instancias, dejó en claro que "lo primero que hace el Hogar de Cristo es ver un ser humano, no ver un homosexual. Después, si el que lo recibe es creyente, ve un hijo de Dios con la misma dignidad de cualquier otro".
Además, dejó en claro su percepción de que "el matrimonio como tal es también un modo de entender la sociedad, con vínculos permanentes y durables, que efectivamente, entre otros grandes efectos, es un modo de frenar el abandono y la soledad de las personas. Y es un modo también de combatir la pobreza, en ciertos sentido, por el desarraigo que significa".
En ese sentido, "la defensa del matrimonio, la defensa de la familia, no nos puede enceguecer (frente) a que hay la situación de hecho en muchas otras personas, que requieren regular su relación de manera de no verse expuestos al nomadismo y a la soledad".
Sin embargo, el sacerdote explicó que "me encantaría que no se llamara a eso matrimonio", porque para los cristianos este se entiende como "un sacramento o como un signo visible", y espera "los mismos estándares de vínculo, de compromiso, de reconocimiento legal, que permita que esas personas no se vean expuestas a cualquier tipo de abusos", porque "quiero la dignificación de cada ser humano".
