Desde esta semana se espera que comiencen a llegar a Roma los obispos chilenos citados por el papa Francisco para sostener un encuentro en el que, entre otras cosas, se les comunicarán las conclusiones del informe realizado por al obispo de Malta, Charles Scicluna, sobre el caso de Juan Barros y las denuncias sobre eventuales encubrimientos de los delitos cometidos por Fernando Karadima.
De hecho, el primero en viajar fue el obispo de Aysén, Luis Infanti, quien se embarcó el lunes rumbo al Vaticano y se espera su arribo para este martes.
De los 32 obispos en ejercicio (Valdivia tiene administrador apostólico) viajarán 31, ya que Andrés Arteaga (auxiliar de Santiago) no podrá asistir por motivos de salud y se espera que el grueso de ellos llegue entre el viernes y el sábado a la capital italiana.
En el caso de Barros, se conoció que permanece con reposo por un cuadro de estrés, pero aseguraron que no se ha bajado del viaje en el que el papa Francisco sostendrá reuniones con los obispos nacionales entre el 14 y 17 de mayo.
Obispos costearán sus gastos
Según se conoció, el Vaticano no correrá con los gastos del alojamiento, como sí ocurre en las visitas Ad Limina de cada Conferencia Episcopal, por lo que los obispos deben pagar tanto el traslado como su estadía.
En cuanto a los costos, un pasaje de avión desde Santiago a Roma cuesta cerca de 600 mil pesos dependiendo de la aerolínea.
Además, sobre los alojamientos, hay dos lugres principales que serían utilizados por los prelados.
La mayor parte de ellos se quedará en la Casa Internacional del Clero, también llamada Casa Romana, donde una habitación con cama y baño privado cuesta entre 80 y 90 euros (de 59 mil hasta 66 mil pesos).
El otro lugar donde estarán hospedados es la Residencia de Santa Marta, donde vive el Papa Francisco. Allí, el costo es levemente superior. Tiene W-Fi en los espacios comunes, TV cable en cada pieza y salas de reuniones. Es probable que aquí ocurran los encuentros.