Jessica Bascur afirmó en Cooperativa que le habló a Francisco del "sufrimiento" que viven sus padres por ataques en la zona.
"Él quería saber nuestras impresiones de este conflicto que se está viviendo" en La Araucanía, añadió.
"Fue una bendición de Dios, que se da una sola vez en la vida", afirmó Bascur.
Jessica Bascur, víctima de violencia en La Araucanía, estuvo presente el miércoles en el almuerzo privado que tuvo el papa Francisco con 12 habitantes de la zona en Temuco, entre los que había representantes de grupos mapuche.
En conversación con El Diario de Cooperativa, Bascur, habitante de Pidima y que pertenece al grupo Mujeres por La Araucanía y Víctimas de la Violencia en la Provincia de Malleco, sostuvo que "mis padres de la tercera edad sufren constantemente ataques por parte de una parte mapuche".
"Yo le hablé (al papa) del dolor, del sufrimiento que viven cada día unas personas de la tercera edad. Son personas que pensaban vivir sus últimos días de vida tranquilos en un campo en donde sembramos, cosechamos y ahora no podemos hacer nada", recordó.
Mientras que el pontífice "nos dijo que él quería saber nuestras impresiones, a toda la gente que estaba ahí, de este conflicto que se está viviendo desde hace muchos años y cada uno pudo explicarle a su manera qué pensaba respecto a este conflicto".
El encuentro, para Bascur, fue una oportunidad que calificó como "una bendición de Dios, que se da una sola vez en la vida. Ellos me llamaron, me contactaron".
