Los laicos de Osorno aseguraron que el papa Francisco no fue claro en sus disculpas por su defensa al obispo Juan Barros, aunque valoraron que reconociera la responsabilidad de la Iglesia en lo ocurrido.
Luego que Francisco reconociera que causó "una herida sin querer", el vocero de los laicos, Juan Carlos Claret, aseveró que "son palabras increíbles, porque de verdad no logramos comprender cómo es que el papa cree que el problema es la palabra 'prueba' y no el hecho de que haya tratado de mentiras, de calumniadores a las víctimas".
"Aquí el papa no está siendo del todo claro, las pruebas están. Lo que hace el papa es desacreditar los testimonios, que son la única prueba que hay respecto de los abusos", indicaron.
"Lo que sí valoramos es que reconoce que todo lo que estamos viviendo en Osorno es responsabilidad de él", agregó.
Claret recalcó que "aquí el papa tiene que comprender que él no es un tribunal, que los delitos no tiene porque juzgarlos él, sino que los tribunales chilenos, y en ese sentido lo que tiene que hacer el papa es ver si es de verdad o no un líder espiritual y comprender que el obispo Juan Barros no está cumpliendo la misión de un obispo (...) que es ser signo de unidad de una diócesis".
Por su parte, el vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, sostuvo que "si bien él ha hecho las diferenciaciones del concepto prueba y del concepto evidencia, a propósito de la situación del obispo de Osorno él ha pedido disculpas pensando en qué sienten los abusados".
"Él está haciendo en este momento un gesto, al mismo tiempo, de reconocer que en Chile ha habido una cantidad importante de abusos sexuales cometidos por clérigos, que tienen una gravedad inmensa", planteó.
Coiro aseveró que "el futuro de monseñor Barros en Osorno o pasa por una decisión del obispo o pasa por una situación de investigación y de juicio con las evidencias que él está mencionando ahora".