El Mandatario indicó que éstas variarán según el grado de peligrosidad de los internos.
Los penales se distribuirán entre las regiones de Valparaíso y el Maule.
El Presidente Sebastián Piñera anunció la construcción de cuatro cárceles segregadas, como parte del plan del Gobierno para terminar con el hacinamiento penal.
"Ten
emos un sistema carcelario en que el hacinamiento es absolutamente inaceptable, en estas condiciones de hacinamiento es muy difícil que las cárceles cumplan el rol de recluir para proteger a los ciudadanos, sino de intentar a rehabilitar a los reclusos", indicó el Mandatario.
Esta separación estará marcada por el grado de peligrosidad de los reos, la posibilidad de estudios y trabajo, estímulos para que los internos puedan cambiarse de penal y la transformación radical del modelo de construcción de los recintos.
"El trabajo permite la reinserción y la rehabilitación, un condenado rehabilitado es un triunfo para la seguridad ciudadana y los estándares de democracia. Cuando uno rehabilita a una persona condenada, se asegura la presencia de nuevas víctimas a futuro", explicó Luis Masferrer, director de Gendarmería.
Los penales anunciados, los cuales serán edificados entre las regiones de Valparaíso y el Maule, consisten en dos de baja peligrosidad, una de máxima seguridad y un centro de derivación, los cuales deberán estar en funcionamiento en 2014.
Uno de los principales cambios que implica el anuncio se da en el modelo de diseño, construcción y operación de las cárceles.
Este sistema actualmente está bajo el marco de las concesiones implementado por los gobiernos de la Concertación y que entrega todas las etapas a privados.
En el nuevo modelo, el Estado volverá a hacerse cargo de la construcción y el diseño de los recintos, en una modalidad mixta, que entregará sólo la operación a terceros, en este caso, a una empresa concesionaria.
