"La mayoría de los inconvenientes derivan de la falta de presupuesto suficiente, el que se entrega para la gestión de estos recintos a nivel nacional", advirtió María Teresa Quiroz.
"Se trata de un recinto carcelario con sobrepoblación, la que va más allá del doble de su capacidad", señaló en su informe, al que tuvo acceso Cooperativa.
Un informe realizado por María Teresa Quiroz, fiscala judicial de la Corte de Apelaciones de Antofagasta, reveló las complicadas situaciones alimentarias y sanitarias que enfrentan las personas privadas de libertad en el Centro de Detención Preventiva de Tocopilla, en la Región de Antofagasta.
El documento, al que tuvo acceso Cooperativa, detalló lo que observó en el recinto no concesionado el 19 de marzo de 2024, durante una visita extraordinaria realizada a fin de verificar el estado de salud de una interna en huelga de hambre y las condiciones generales de la población penal.
"Es necesario dejar en claro que las falencias detectadas en este recinto penitenciario no es posible atribuirlas a los funcionarios de Gendarmería de Chile que se desempeñan en él, ya que la mayoría de los inconvenientes derivan de la falta de presupuesto suficiente, el que se entrega para la gestión de estos recintos a nivel nacional", advirtió el reporte.
"En este caso se trata de un recinto carcelario con sobrepoblación, la que va más allá del doble de su capacidad", señaló el informe.
Según detalló Quiroz, "las medidas de higiene en el lugar de preparación y manipulación de alimentos para la población penal es deficiente, presentándose latente el riesgo de contraer enfermedades, las que por falta de insumos y atención médica no podría ser tratada adecuadamente".
Así, por ejemplo, indicó que los internos que se encuentran aislados "no cuentan con servicios higiénicos en la celda" ni con luz eléctrica. "Disponen de un baño para los 21 internos de ese espacio, el que cuenta con agua fría, y una sola ducha", expuso.
En la Sección Internos Trabajadores, en tanto, "habitan 15 internos, es un colectivo, tienen acceso a un baño y una ducha en mal estado".
Sobre la Sección Módulos Condenados e Imputados Varones, reveló: "La capacidad real según diseño es de 284 internos, existiendo en la actualidad una población de 574".
En este último sector, además, "en general los módulos presentan serios problemas en sus conexiones eléctricas, con alto riesgo de cortocircuito que pueda ocasionar un incendio, alta humedad en los baños, piso generalmente mojado, duchas en mal estado, un solo baño para un colectivo de más de 40 internos en algunos casos, literas sobrecargadas".
En el caso de la sección de mujeres del centro de detención, la fiscala constató que "respecto de los controles médicos, no las visita una matrona, pero sí tuvieron un control producto de un operativo médico de mamografía y de papanicolau realizado a fines del año 2023 realizado por una fundación".
Asimismo, "el lugar cuenta con dos duchas abiertas por un tema de higiene y dos baños para las 42 internas, cuentan con agua fría solo en el baño, en el patio no hay agua potable".
En paralelo, la cocina del recinto "se encuentra con el piso mojado, los internos no cuentan con los elementos de higiene para desarrollar sus labores (guantes, mascarillas, cofia para el pelo) y tampoco se encuentra estampado en la pared, a la vista los registros de fumigación".
El documento denunció también que "la cantidad de alimentación que se entrega diariamente a cada interna y/o interno queda fuera de todo parámetro nutricional aceptables".
"En cuanto a las comidas que reciben diariamente (las celdas de aislados) son las siguientes: en la mañana uno dos panes solos para cada interno, a veces uno de ellos es acompañado de mantequilla, o mermelada. Pasado el mediodía reciben almuerzo y postre. En algunas ocasiones en las tardes se le entrega a cada uno un pan, sin que se les entregue una comida en la noche o antes del encierro".
El caso de los internos trabajadores no es mejor: "La comida les llega desayuno, compuesto de dos panes solos, con té (a veces no piden el té porque disponen de sus propias cosas), al almuerzo les llega una olla común para todos y después llega el pan de la tarde algunas veces les dan jalea, sandia, frutas. Se aprecian instalaciones eléctricas en muy mal estado. Todos los internos cuentan con credencial (rosada), manifiestan estar bien, son condenados con beneficios".
En relación a las mujeres, el reporte sostuvo que esta sección "solo tiene una comida contundente al día, el desayuno es un pan y te, luego tienen el almuerzo con ensalada, indicando que muchas veces es una sopa sin proteína o bien papas y arroz, después la cena es un pan alrededor de las 15 horas, a veces llega más tarde. Por lo anterior varias internas manifestaron tener hambre".
Por otro lado, Quiroz también detectó dificiencias en la Sección Sala CCTV (cámaras).
La fiscala denunció que, si bien "el recinto esta catalogado de alta seguridad, la sala está a cargo de un solo funcionario con turno 24 por 48".
Junto con esto, "se aprecia falta de monitores", agregó.
El módulo Escuela, donde se imparten clases de enseñanza básica y media a los internos, también cuenta con problemas.
Aunque destacó que "existe interés de parte de la población penal por consultar los libros, (...) son el segundo recinto penal en la región que presta más ejemplares", la fiscala indicó que los "computadores recibidos por el recinto llegaron sin teclado y sin mouse, motivo por el cual no pueden ser ocupados".
Al cierre de su informe, Quiroz propuso "la creación de una mesa interdisciplinaria, incluyendo a Gendarmería de Chile, Defensoría Penal Pública, Ministerio de Justicia, Ministerio de Salud, Poder Judicial y toda otra entidad que pueda aportar en la mejora de las condiciones en las que habita la población penal de la Cárcel de Tocopilla, la que debiese sesionar mensualmente o tal vez en períodos más cortos, comprometiéndome desde ya a participar en ellas".
