Vocero de encausados en el caso Matute fue condenado por injurias

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Autor: Cooperativa.cl

Cristián Araos Díaz fue sentenciado a 61 días de pena remitida por sus dichos sobre Bruno Betanzo, ex dueño de discoteca La Cucaracha, ulugar desde donde desapareció el estudiante Jorge Matute Johns.

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El tribunal de Garantía de San Pedro condenó a Cristián Araos Díaz a 61 días de presidio remitido y a cancelar una multa, en su calidad de autor del delito de injurias graves con publicidad en contra de Bruno Betanzo, ex propietario de la discoteca La Cucaracha, último lugar en el que fue visto, en noviembre de 1999, el universitario Jorge Matute Johns, cuyo cadáver fue hallado en febrero pasado.

 

Cristián Araos, quien oficia como vocero del grupo de siete jóvenes que estan sometidos a proceso por obstrucción a la Justicia en la investigación por la muerte del joven, aseguró que Betanzo había huido del país a través de un paso fronterizo ilegal, tras encontrarse las osamentas de Jorge Matute.

 

El juez Adolfo Cisternas consideró que las palabras de Araos constituían el delito, por lo que determinó la pena, que al ser remitida, implica que el joven no irá a la cárcel, pero deberá firmar mensualmente -por un año- ante el Patronato Nacional de Reos. Además, deberá pagar una multa de 11 unidades tributarias mensuales (UTM), que según el valor de mayo equivalen a 325.820 pesos.

 

Andrés Pacheco, abogado de Araos, anticipó que pedirá la anulación del fallo con un "recurso de nulidad para la Corte Suprema".

 

En tanto, Bruno Betanzo se mostró satisfecho por la sentencia, la primera por el citado delito en la Octava Región desde que comenzó a operar la Reforma Procesal Penal, el 16 de diciembre de 2003. El ex dueño de La Cucaracha no quiso comentar la ausencia de Araos a la lectura de la sentencia, hecho que es permitido por la legislación vigente.

 

Jorge Matute Johns fue visto por última vez al interior de la citada discoteca, en Talcahuano, el 20 de noviembre de 1999, día en que se perdió su rastro, hasta que el 19 de febrero de 2004 un grupo de trabajadores encontró osamentas en el sector San Juana, las que posteriores análisis identificaron como pertenecientes al estudiante.

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