El Ministerio de Medio Ambiente reveló que al año mueren 4.000 personas a consecuencia de la polución del aire.
La normativa chilena está lejos de la de países europeos, ejemplificó Andrei Tchernitchin, de la U. de Chile.
El toxicólogo de la Universidad de Chile Andrei Tchernitchin afirmó que la normativa chilena para medir la cantidad de material particulado fino en el aire (conocido como "PM 2.5") y decretar episodios ambientales es "permisiva".
"Indudablemente la nueva norma de PM 2.5 es mejor que la que no considera nada, pero tampoco es idealmente buena", dijo el experto al ser consultado por la información dada a conocer por el Ministerio de Medioambiente que reveló que 4.000 personas mueren al año en todo el país por incidente de este gas contaminante.
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| Cumplir las normas vigentes puede aumentar la expectativa de vida de toda una ciudad, dicen expertos. (Foto: UPI) |
Según explicó Tchernitchin, la norma chilena "es el doble de permisiva en relación a la norma recomendada por la Organización Mundial de la Salud, que ha sido adoptada por los países europeos".
En conclusión, "es permisiva", sentenció.
Marcelo Mena, director del Centro de Investigación para la Sustentabilidad de la Universidad Andrés Bello, valoró la difusión de las cifras por parte de Gobierno al señalar que éstas permiten trabajar en planes efectivos de descontaminación que a la larga mejorarán la calidad de vida de los ciudadanos.
"La reducción de la contaminación va a mejorar la calidad de vida, la expectativa de vida", dijo el experto, al señalar la importancia de .más allá de los cuestionamientos- cumplir las actuales disposiciones medioambientales.
"Si somos capaces de cumplir la norma en los lugares más contaminados, la expectativa de vida completa de la ciudad puede aumentar en dos años; esto basado en información de ciudades de Estados Unidos que se descontaminaron y justamente aumentó la expectativa de vida bastante", afirmó.
Los grupos de riesgoEl jefe del Departamento Respiratorio de la Clínica Dávila, Felipe Rivera, destacó que hay individuos y grupos humanos que se ven más afectados por el material particulado fino y que "son mucho más susceptibles" a sus efectos nocivos.
"Por ejemplo, los niños, las embarazadas, los enfermos respiratorios crónicos, que tienen escasez constante de aire y respiran intensamente, más frecuentemente, con más trabajo, y llevarse a los pulmones un aire sucio evidentemente va a ser mucho más dañino para ellos", dijo el médico, que apuntó que también hay factores genéticos que inciden en este tema.
