La congregación católica de los Hermanos Maristas denunció ante el Ministerio Público a Abel Pérez Ruiz, uno de sus religiosos, por los abusos sexuales que durante décadas cometió en al menos dos colegios a cargo de la orden, delitos que fueron confesados por el sujeto hace siete años.
El religioso reveló en 2010 los abusos al interior de la institución con al menos 14 víctimas menores de edad, en específico 10 estudiantes del Instituto Alonso de Ercilla, de Santiago, entre 1970 a 1996, y cuatro del Colegio Marcelino Champagnat, de La Pintana, entre 1997 y 2008.
Recién el lunes pasado se interpuso la denuncia ante la Fiscalía y la tardanza en esta acción, según admitieron en la congregación, se debió a que las víctimas no denunciaron.
En conversación con Cooperativa, Mariano Varona, delegado provincial para la protección de menores de los Hermanos Maristas, declaró que "no había sido tema éste en la historia de la congregación y, de alguna manera, nos pilla así como de sorpresa".
"Es el hermano el que confiesa. No hay ninguna denuncia por parte de ninguna víctima. Pues hoy reconocemos que obramos mal. El principal mea culpa es pedir perdón a las víctimas", aseveró.
Varona sostuvo que "Abel Pérez nos traicionó, abusó de esa confianza. Es una mancha. Nosotros tenemos bastante prestigio en Chile".
Con las 14 víctimas -cuyas identidades se mantienen bajo reserva- se acordó pedir disculpas, apoyarlos en terapia y, además, destinar 75 millones a ONGs dedicadas a la defensa de menores.
"Abrir posibilidad de que surjan más víctimas si es que las hay"
Desde 2010, Pérez Ruiz fue alejado del trabajo con niños y su residencia actual es Lima, Perú, aunque Varona reconoció que ya está hablado que el religioso volverá a Chile para enfrentar a la justicia.
"Está todo conversado. El día que la justicia lo llame, al día siguiente está en Chile", recalcó.
Además, hizo un llamado para ver si hay más víctimas y se atrevan a denunciar: "Al comunicar todo esto hay una doble intención. Es no solamente ser transparentes, sino también abrir la posibilidad de que surjan más víctimas si es que las hay, porque estas víctimas se habrán enterado, se enterarán de todo este movimiento que hoy hay en Chile y, bueno, si tiene algo que decir, lo dirán".
Piden que Iglesia y congregación entreguen archivos
Desde la Iglesia Católica deslizaron una crítica por la tardanza para esta denuncia, y José Andrés Murillo, quien lidera la Fundación para la Confianza, hizo un llamado a la Iglesia y a la congregación a entregar todos sus archivos.
"La congregación y la Iglesia deberían entregar sus registros, porque ellos tienen y guardan registro. Todos los obispados y todas las congregaciones tienen un registro de todos aquellos casos de abusos que les han llegado a ellos como denuncias particulares", indicó.
Murillo resaltó que "ellos tiene el deber de entregar esa información al Estado y la Justicia".
Si bien la denuncia de la Congregación Hermanos Maristas fue interpuesta el pasado lunes en la Fiscalía Centro Norte, durante la jornada del martes la acción fue remitida a la Fiscalía Sur por la eventualidad de que los abusos sexuales en el Instituto Alonso de Ercilla, entre 1970 a 1996, estén prescritos, no así los cometidos en el recinto de La Pintana.
