Francisco Cartes fue condenado a cinco años y un día.
También deberá pagar una indemnización por 10 millones de pesos.
El sacerdote curicano Francisco Cartes Aburto, de 52 años, acusado de abuso sexual contra un acólito de 16 años, cumplirá su condena de cinco años y un día con libertad vigilada, además de pagar una millonaria indemnización.
Cartes, que había iniciado ayuno en protesta por la condena, fue declarado culpable por abuso sexual propio e impropio, y a la lectura de sentencia celebrada este miércoles en Curicó no asistió ni el condenado ni su equipo de abogados defensores.
La jueza presidenta de la sala, Graciela Carvajal, dio lectura al fallo donde se le condena a libertad vigilada, sujeta a personal de Gendarmería de Chile. De igual modo, se le dictó pena de prohibición de 10 años de desempeñarse en espacios donde habiten menores de edad, por el peligro que representa.
"Lo importante es que esta condena implica primero la pena corporal de cinco años de presidio menor en grado máximo, además algunas accesorias que para la Fiscalía eran importantes como la prohibición para el condenado que se desempeñe con menores de edad, en establecimientos educacionales", señaló el fiscal Miguel Angel Orellana.
El abogado de la víctima, Jorge Reyes, manifestó que hubo poca colaboración testimonial.
"Tuvimos que dar la pelea solos, con un solo testimonio, con un solo joven que se expuso a todo el proceso de victimización secundaria que implica llevar este juicio adelante. El como victima y su familia que lo ha apoyado y hemos salido adelante.
También, la jueza pidió la extracción de la huella genética del sacerdote para ser incorporada al Registro Nacional de Personas Condenadas por Abusos Sexuales aplicados a Menores.
En lo civil, el Tribunal Oral en lo Penal condenó a Cartes a pagar una compensación indemnizatoria de 10 millones de pesos a la familia de la víctima ofendida por daño moral ocasionado.
