La indagatoria del Vaticano contra Marco Órdenes se llevó en reserva por seis meses.
El hecho había sido denunciado a la Fiscalía, que lo archivó.
La investigación vaticana contra el obispo de Iquique, Marco Órdenes, acusado de abuso sexual, ya concluyeron tras más de seis meses de ser llevadas adelante de manera reservada por el nuncio apostólico Ivo Scapolo y el vicario judicial Jaime Ortiz de Lazcano.
Así lo informa este miércoles, citando "fuentes ligadas al caso", el diario La Tercera, medio que ayer destapó públicamente la noticia, confirmada en las horas siguientes por la Nunciatura y la Conferencia Episcopal.
Según estas fuentes, el nuncio Scapolo ya presentó a Roma las conclusiones de la llamada "investigación previa" sobre el obispo, y la Santa Sede "estaría próxima a informar a las partes sobre la causa".
En esta notificación participaría el vicario Ortiz de Lazcano, el mismo sacerdote que desarrolló la investigación eclesiástica contra el ex vicario de la Solidaridad Cristián Precht.
La denuncia
Según informa el diario, el año pasado Manuel Pino, padre de la supuesta víctima, Rodrigo Pino, recurrió a un sacerdote de la diócesis de Iquique para manifestarle su intención de que la Iglesia investigara el caso.
El 17 de abril de 2011 Rodrigo Pino declaró ante el nuncio y ante Ortiz de Lazcano por más de cinco horas, y dos días después testificaron sus padres ante ambos sacerdotes. Según su versión, Pino habría sido víctima de actos impropios por parte de Órdenes entre los 14 y 21 años.
El prelado habría prolongado los ilícitos mercer a un abuso de poder por la influencia que ejercía sobre el joven, siendo su confesor y director espiritual.
Manuel Pino había denunciado con anterioridad el hecho ante la Fiscalía de Iquique, acusando a Ordenes de abusar de su hijo, causa que se investigó en 2009 y fue archivada ese mismo año.
El día de ayer, la Fiscalía anunció la reapertura de las indagatorias para solicitar a la Nunciatura los antecedentes de la investigación eclesiástica.
El rector del santuario La Tirana, Franklin Luza, confirmó además que a fines de abril el obispo fue notificado por el nuncio de la investigación que lo afecta, ante lo cual sostuvo ser "absolutamente inocente de los cargos que se le imputan. Lo dijo con mucha claridad y lo ha seguido sosteniendo".
Según los antecedentes reunidos por el diario, Marco Antonio Órdenes dejó el país el pasado 15 de septiembre con destino a Perú, visitando Iquitos, Lima y Tacna.
El día de ayer el prelado regresó a Chile por tierra, luego de que "un sacerdote muy cercano" lo llamara en la mañana para informarle de la divulgación del caso".
