Pablo Pérez González estranguló a su esposa y su hijastra y a esta última la violó.
Había sido denunciado en 2011 por violencia intrafamiliar e incumplió una rehabilitación por drogas.
El sujeto confesó sus crímenes a la Policía.
"Afectado" y "arrepentido" se encuentra el autor confeso del doble parricidio ocurrido la madrugada del domingo en la comuna de Maipú.
Pablo Enrique Pérez González, de 35 años, enfrentó esta mañana su control de detención por los asesinatos de su esposa, Nadia Varas Cuevas (35), y su hijastra, Sara Herrera Varas, de 16, a quien presuntamente violó antes de estrangular.
En la audiencia el Tribunal ordenó ampliar la detención del sujeto por 48 horas a la espera de peritajes a cargo del Servicio Médico Legal.
"El habría actuado bajo los efectos profundos de un consumo abusivo de drogas, como es la cocaína", aseguró su defensora, María Celeste Jiménez.
Pérez González es "un hombre que quería mucho a su familia, que se nota profundamente afectado por lo ocurrido", aseguró la abogada.
"Incluso intentó suicidarse luego de que habría ocurrido este hecho (sic). Eso nos da muestra de su arrepentimiento, de que esto habría ocurrido en un estado crepuscular por excesivo consumo de drogas", argumentó Jiménez.
No obstante lo que señala la defensora, según confirmó el fiscal Guillermo Tapia, "el imputado tuvo el año 2011 una causa, una denuncia por violencia intrafamiliar".
Ésta "terminó con (una orden de) sometimiento a un tratamiento contra la droga": Pérez debía ingresar a un centro de rehabilitación por orden judicial, pero nunca lo hizo y, al enterarse, la Fiscalía simplemente sobreseyó la causa.
