Javier Araya quedó imputado por el delito de parricidio consumado.
Su defensor afirmó que intentó ayudar a su bebé tras golpearlo.
Araya seguirá resguardado en la cárcel.
Este miércoles fue reformalizado Javier Araya, el hombre acusado de matar a golpes a su hijo de dos meses en la comuna de Quilpué, quien pasó a estar imputado por parricidio consumado.
Araya está detenido desde el domingo 10 de marzo luego de que su esposa lo acusara de haber golpeado al bebé de ambos, quien fue ingresado a la Clínica Reñaca de Viña del Mar y murió dos días después.
La primera formalización del acusado fue por parricidio frustrado, lo que cambió tras el deceso del pequeño.
Tras la audiencia de reformalización, el abogado de Araya, Marcos Martínez, expuso nuevos antecedentes según los cuales el hombre intentó ayudar a su hijo tras darse cuenta de que estaba grave.
Martínez expuso que "se produce una discusión familiar por ello tomó al bebé y lo tiró sobre la cama, por ello empezó a botar leche por la boca y la nariz, por lo que él se preocupó y lo llevó de inmediato al hospital local".
El fiscal del caso, Juan Emilio Gatica, dijo que aún quedan muchos antecedentes por obtener: "El tribunal otorgó tres meses para investigar estos hechos, quedan diligencias pendientes a realizar por la Brigada de Homicidios y necesitamos también el informe final de la autopsia".
"El delito de parricidio tiene penas que van desde 15 años y un día hasta presidio perpetuo calificado", planteó el persecutor.
Araya seguirá en la cárcel de Valparaíso en un sector de alta seguridad para evitar que vuelva a ser golpeado por los demás internos, como ocurrió hace una semana.
