El sacerdote Juan Miguel Leturia Mermod, de 65 años, falleció la mañana de este jueves, informó a través de una escueta declaración la Compañía de Jesús.
|
Leturia hizo clases en el Colegio San Ignacio y trabajó en la revista Mensaje. |
El religioso se vio envuelto en una fuerte polémica pública en el año 2005 cuando se conoció una denuncia de abuso sexual de hechos ocurridos en 1988 en el colegio San Mateo de Osorno, donde en esa época se desempeñaba como rector.
Su nombre fue incluido en una lista reciente dada a conocer por la Iglesia respecto de los curas condenados por abusos contra menores. Allí aparece entre los condenados por la justicia canónica.
En su recuerdo se realizará este jueves, a las 19:30 horas, una misa en la Capilla Doméstica de la Residencia San Ignacio y mañana viernes se efectuarán sus funerales en el Templo (Alonso Ovalle 1480) a las 15:00 horas.
Su funeral se efectuará en el cementerio de la Casa Loyola, en la comuna de Padre Hurtado, informó la congregación.
El caso
Hijo de un inmigrante vasco, Juan Miguel Leturia nació en 1946 y se destacó como un alumno aplicado en el colegio San Ignacio Alonso Ovalle. Tras ingresar al noviciado en 1965 y estudiar Teología en la Universidad Católica destacó como un cura "culto, carismático y progresista", según lo definían cercanos, quienes lo apodaban "Loro".
Desde los años 70 fue profesor del colegio San Ignacio de Alonso de Ovalle y en 1988 destinado al cargo de rector del Colegio San Mateo de Osorno, del cual fue removido a los 12 meses, producto de las conductas impropias cometidas en medio de una fuerte depresión y problemas de alcoholismo.
En Santiago, Leturia volvió a hacer clases en el colegio San Ignacio El Bosque, y paralelamente trabajó como subdirector y columnista de la revista Mensaje.
La denuncia de abuso estalló públicamente en 2005. En esa época, en entrevista con TVN, el cura se refirió a las imputaciones, asegurando que "tocaciones jamás (hubo), salvo las cuestiones típicas en un colegio, palmoteos, pero ésas no son tocaciones sexuales".
"Nunca pensé que podían tener esa connotación, jamás. Porque para mí no la tenían. Después hice un psicoanálisis y entendí que para otras personas sí podría haberlo tenido y me hizo sentirme pésimo", señaló, atribuyendo la denuncia a afanes de extorsión económica de la víctima.
En el mismo periodo, el periodista Fernando Paulsen calificaba el asunto como "toda una sorpresa", recordando -en declaraciones a La Tercera- a Leturia, su ex profesor, como "el gallo choro, el típico cura buena onda, que todo el mundo conocía, que discutía y conversaba con nosotros" en el Colegio San Ignacio.