De los 35 casos denunciados este año, sólo 14 resultaron ser verdaderos.
El resto se trata de personas que necesitan dinero para saldar deudas o financiar su consumo de drogas.
Desde la PDI critican que los casos falsos de secuestro, "nos quitan tiempo de ayudar a alguien que sí puede estar en riesgo".
De los 35 casos de secuestro investigados este año por la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) de la PDI, sólo 14 de ellos resultaron ser verdaderos, mientras que el resto se trató de personas que necesitan dinero para saldar deudas o financiar su consumo de drogas.
Para cada procedimiento de este tipo, la PDI dispone de dos negociadores que trabajan en el caso, además de gran parte de su equipo como fuerza operativa, lo que involucra a 42 personas.
"Nosotros movemos recursos y todo el equipamiento tecnológico, por lo que se pone en riesgo bastante dinero fiscal. Además, nos quitan tiempo de ayudar a alguien que sí puede estar en riesgo", afirmó a El Mercurio la comisaria Ana Carolina Torres, subjefa de la BIPE Metropolitana.
La funcionaria añadió que "nosotros sugerimos siempre a los fiscales que estas personas tengan alguna consecuencia por sus acciones, pero son pocos los fiscales que siguen el caso".
Por protocolo, la PDI debe investigar todas las denuncias que se realizan por este delito hasta encontrar a la persona supuestamente cautiva, incluso si existen indicios de poca credibilidad en el caso.
