La iniciativa se votó en particular en la Cámara Baja y pasa ahora al Senado.
Incluye la creación de un registro de lobistas.
Cristián Monckeberg, presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara, esperaba que la iniciativa no se entrabara en "registros más o registros menos".
Una intensa jornada se vive este miércoles en el Congreso: ambas cámaras podrían despachar definitivamente el reajuste del salario mínimo, mientras la Comisión de Constitución del Senado ya aprobó habilitar el voto de los chilenos en el extranjero y los diputados aprobaron en Sala la ley que regula el lobby, que lleva más de 10 años de tramitación.
El proyecto fue aprobado incluyendo la creación de un "registro de lobistas" y dispone que los asesores de los parlamentarios deban también hacer públicas sus agendas.
El diputado del PS, Marcelo Díaz, destacó la aprobación de la normativa y la voluntad del Ejecutivo.
"Hubo buena voluntad del Gobierno de allanarse a buscar fórmula de acuerdo que permitiera que despacháramos hoy día esta importante legislación sobre el lobby, también contemplando un registro de lobistas", resaltó.
La iniciativa fue despachada al Senado para cumplir su tercer trámite, pero "no hay claridad" sobre cuándo podría éste producirse, dijo el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, presente en el Congreso.
Larroulet fue consultado por este tema, pero dijo que el Gobierno debe definir aún si pone alguna urgencia para obligar a su despacho definitivo de manera expedita.
El debate
En medio de la discusión en la Sala el diputado de RN Nicolás Monckeberg aludió a los referidos 10 años de tramitación de esta ley, algo que consideró "vergonzoso".
"Vamos a terminar con una década que a todos nos debe avergonzar, a todos, y vamos a poner fin al privilegio de algunos que podían hacer lobby con las luces apagadas y a puertas cerradas", dijo Monckeberg.
"A la luz del día no crece la corrupción, por eso es tan importante la transparencia", coincidió metafóricamente el diputado PPD Pepe Auth, que consideró "fundadas" las "sospechas" en torno a que algunos parlamentarios votan no por sus propias convicciones, sino para asegurar "financiamiento de campañas".
"Todas las personas que cabildean deberían estar registradas", opinó Auth, que afirmó apoyar con "entusiasmo" esta iniciativa.
En la Sala Larroulet afirmó que esta ley, de aprobarse, permitirá "tener total transparencia en materias de acciones de lobby remuneradas y no remuneradas", lo que significará avanzar en "calidad de la política".
"Registros más, registros menos"
El diputado socialista Marcelo Díaz, integrante de la Comisión de Constitución de la Cámara Baja, adelantaba en las últimas horas que lo más probable era que la norma se aprobara, pero la duda estaba puesta en la aceptación al "registro de lobistas".
Con este registro "nosotros estamos convencidos de que el proyecto se mejora, se perfecciona, haciendo algo que todas las legislaciones del mundo en materia de lobby hacen, que es regular no solamente a los que son objeto de lobby, sino también a los que realizan lobby", explicó Díaz.
Dicho registro consideraría "tanto a los que les remuneran el servicio como a aquéllos que lo hacen por cuenta propia, para defender sus propios intereses; entiéndase gremios, centros de investigación, bufetes de abogados", etcétera, indicó.
El presidente de la Comisión de Constitución, Cristián Monckeberg (RN), destacaba, en tanto, la importancia de esta iniciativa, que ayudará a transparentar las gestiones que se realizan ante los parlamentarios.
El registro de lobistas "a mí no me molesta ni me complica ni me enreda, pero lo importante es que el debate se va dando, se va avanzando, y que tengamos ley", decía Monckeberg.
"Lo peor que podría pasar es que, producto de registros más, registros menos, no tengamos ley de lobby", opinaba el vicepresidente RN.
"Hace 10 años el lobby mató al lobby y se logró, por los parlamentarios de esa época, simplemente echar por tierra los intentos y los esfuerzos" para regular esta actividad, recordó el legislador.
