El Índice Latinoamericano de Transparencia Legislativa 2014 ubicó a Chile en el segundo lugar de América Latina, logrando un 53 por ciento de los estándares de acceso a la información que ofrece su Congreso.
Este estudio de la Red Latinoamericana por la Transparencia Legislativa mide a los Parlamentos basándose en cuatro dimensiones: Presupuesto, Gestión Administrativa y Mecanismos de Participación; Atención Ciudadana y Rendición de Cuentas; Normatividad y Labor del Congreso.
Precisamente, en los dos últimos Chile tuvo su peor evaluación.
Por ejemplo, en el relativo a la labor del Poder Legislativo, que entre otras cosas mide la asistencia de sus senadores y diputados a las sesiones y comisiones parlamentarias, logró un 49 por ciento de transparencia, superado por Uruguay, Perú, Argentina y Guatemala.
En cuanto a Normatividad, que se refiere a la publicación por parte del Congreso de normativas de ética, reglamentaciones de lobby, entre otras, nuestro país logra el 46 por ciento, posicionándose en el cuarto lugar.
Mal resultado
A través de un comunicado, el director ejecutivo de Chile Transparente, Alberto Precht, indicó que "el hecho de no aparecer mal posicionados en este ranking no nos da ningún motivo para celebrar, porque el Congreso de Chile superó en un poco más de la mitad los estándares de transparencia que debería cumplir".
"No puede dejarnos satisfechos aparecer en el segundo lugar dentro de un ranking relativo a América Latina, porque está lejos de ser un buen resultado. Esto significa que nuestro Poder Legislativo tiene mucho que hacer en esta materia, especialmente en un contexto en que la ciudadanía es más exigente respecto a la transparencia y probidad de sus autoridades", agregó Precht.
El índice contó con la participación de los Congresos o Asambleas de Perú -que obtuvo el primer lugar del ranking-, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Uruguay (sólo en una dimensión) y Venezuela.
Entre todos promediaron en un 40 por ciento de cumplimiento de los estándares de acceso a la información en sus respectivos parlamentos.
Es de destacar que ningún país obtuvo resultados sobre el 70 por ciento, lo que indica una importante brecha entre lo que se considera como óptimo en un Congreso y el resultado final de la evaluación de cada uno de ellos en esta medición.