Integrantes de izquierda y centroizquierda de la Comisión de Normas Transitorias de la Convención Constitucional -donde son mayoría- alcanzaron un acuerdo para definir que, para reformar la eventual nueva Carta Magna, el Congreso actual tendrá que hacer las modificaciones por quórum de dos tercios de los escaños.
La propuesta forma parte de uno de los documentos ingresados en conjunto por Movimientos Sociales Constituyentes, el Frente Amplio, el Colectivo Socialista, Pueblo Constituyente, Independientes No Neutrales, la Coordinadora Plurinacional, Chile Digno, además de representantes independientes y escaños reservados, y que contiene, entre otros puntos, que los senadores actuales concluyan su mandato el 2026, independiente de su fecha de elección.
De la centroizquierda, los únicos que no firmaron la idea fueron los integrantes del Colectivo del Apruebo.
La propuesta, que ha recibido la resistencia de la derecha, sugiere que "las normas de Reforma a la Constitución establecidas en esta Constitución entrarán en vigencia el 11 de marzo de 2026. Durante la presente legislatura, los proyectos de reforma constitucional serán aprobados con el voto favorable de las dos terceras partes de los diputados y diputadas y senadores en ejercicio".
La convencional Bárbara Sepúlveda, del Partido Comunista, destacó que "una Constitución tiene que empezar a aplicarse, a materializarse. Comprendo perfectamente si aquí algunos convencionales desconfían de ciertas actitudes de los poderes constituidos para hacer reformas que no tengan ese peso democrático que sí tiene la Convención Constitucional, porque es el mandato que tenemos", afirmó.
Desde el Colectivo del Apruebo, el convencional Fuad Chahin, de la Democracia Cristiana, calificó la idea como "un absurdo" que lo que hace "simplemente es bloquear el camino de quienes querían optar por aprobar para reformar".
"Hasta en la Constitución de Pinochet establece quórum de tres quintos y excepcionalmente los dos tercios y aquí se establece para todo dos tercios. (...) Espero que el Pleno no ratifique este absurdo", manifestó el ex timonel falangista.
Ante esto, la convencional UDI Constanza Hube cuestionó que "la izquierda durante décadas ha estado diciendo que uno de los puntos de los cerrojos y los candados tiene que ver con el quórum. Es bien curioso ahora que establezca el quórum máximo para poder reformar esta propuesta de nueva Constitución".
"Al final del día, para quienes creían, quizás con esperanzas, de que eventualmente esta nueva Constitución se podía arreglar y mejorar, con esto se hace completa y totalmente imposible que eso sea así", lamentó.
En tanto, su par del Frente Amplio Ignacio Achurra indicó que "consideramos importante que la gente que va a concurrir a aprobar este texto sepa que al día siguiente el Congreso no va a desarmar en términos sustantivos la propuesta que se está haciendo. Si el Congreso observa que hay reformas importantes que hacer para la implementación, también podrá conseguir esos grandes acuerdos que dan los dos tercios".
La propuesta se votará este viernes y, si alcanza el apoyo de tres quintos de la comisión, pasará al Pleno en las próximas semanas.
ELIZALDE: SI SE RIGIDIZA LA CONSTITUCIÓN, SE POTENCIA EL RECHAZO
Consultado por la propuesta, el presidente del Senado y timonel del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, advirtió que, "si se rigidiza la Constitución, finalmente se potencia la opción del Rechazo".
"Muchas personas legítimamente pueden tener diferencias con temas específicos del texto que se propone, pero esperan que esto sea perfeccionado con el paso del tiempo, entonces la señal que hay que dar es que esta es una Constitución que va a ser un avance para el país, pero que obviamente va a tener que ser actualizada conforme a las demandas que plantee la sociedad chilena", señaló el parlamentario.
"A una persona puede no gustarle la conformación de la Convención y a otros, la conformación del Congreso Nacional, pero es lo que la gente eligió", subrayó.
PERIODO DE SENADORES ACTUALES
En medio del debate tras el acuerdo que pone un plazo de cuatro años para terminar con la actual Cámara Alta, la senadora Alejandra Sepúlveda, de la Federación Regionalista Verde Social, puso paños fríos, asegurando que quienes -como ella- postularon al cargo en 2021 "sabíamos que existía un grado de incertidumbre, en razón del tiempo que podía durar el Senado".
"Era parte de las reglas del juego y de lo que se estaba discutiendo en la Convención y por lo tanto, no nos complica", apuntó la ex diputada.
Por su parte, el senador Matías Walker, de la DC, dijo que es "lamentable que se tuerza la voluntad popular, que no se respete el mandato ciudadano de los senadores y senadoras que acaban de ser elegidos por la ciudadanía hasta el año 2030".