Consejero del Frente Amplio: La derecha "pasó la aplanadora"

Publicado:
| Periodista Digital: Leyla Espinoza

"Nos arriesga severamente a un posible nuevo fracaso", advirtió Yerko Ljubetic en Cooperativa.

Previo a que el pleno vote las observaciones de los expertos, descartó que puedan haber consensos en temas sustantivos.

Consejero del Frente Amplio: La derecha
 ATON (archivo)

"Un buen cierre constitucional es que el reconocimiento y adhesión pueda tener una mayoría transversal", reflexionó.

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Ad portas de que se reanuden las votaciones en el pleno por las observaciones de la Comisión Experta, el consejero constitucional Yerko Ljubetic (Convergencia Social) insistió en que la derecha, al ser mayoría en el órgano, "pasó aplanadora" durante el proceso.

"Cuando uno tiene una mayoría, la forma de ejercerla puede variar en un sentido o en otro: se puede ejercer con responsabilidad, buscando acuerdos, o se puede ejercer como ha sido en este caso, pasando una aplanadora sobre la minoría", fustigó en El Diario de Cooperativa.

En esa línea, advirtió que en materias sustantivas, como son los derechos sociales para el oficialismo, "no aprecio un cambio que nos permita decir que pudiera haber de verdad un acuerdo en el Consejo, y por lo tanto, una posibilidad de que esas propuestas gocen de apoyo mayoritario de la ciudadanía en diciembre".

"POSIBLE NUEVO FRACASO"

  • Sergio Campos: A comienzos de octubre, el expresidente Ricardo Lagos Escobar decía que no creía que fuera correcta la forma en cómo planteaba la discusión de la Constitución, donde un sector tiene un derecho a veto privilegiado. ¿Ha cambiado esta situación al día de hoy?

No, a mí me parece que esa aprensión del Presidente Lagos y que muchos compartíamos se ha ido confirmando a lo largo del proceso, no sólo porque hay una mayoría capaz de -como ocurrió en el Consejo y en la mayor parte del trabajo de la Comisión Experta- imponer su punto de vista, sino que además por sí sola tiene un derecho a veto.

Ahora, es cierto que se la dio el voto de la ciudadanía en las elecciones, pero cuando uno tiene una mayoría, la forma de ejercerla puede variar en un sentido o en otro: se puede ejercer con responsabilidad, buscando acuerdos, o se puede ejercer como ha sido en este caso, pasando una aplanadora sobre la minoría, lo que es grave cuando se está hablando de una Constitución, porque nos arriesga severamente a un posible nuevo fracaso del tema constitucional en el país.

  • Sergio Campos: Hay gente que ve una amenaza, por ejemplo, al aborto en tres causales, a los derechos sociales, al derecho de huelga, y otras materias como la supremacía de la Constitución con respecto a los tratados internacionales. ¿Eso se ha resuelto, o piensa usted que hay un camino para producir un cambio?

Estamos en el minuto final de este partido, y sin perjuicio de que pueden haber goles en el último minuto, yo diría que el partido está terminando y está terminando mal, porque efectivamente existen aprensiones y riesgos: estamos pensando particularmente en derechos de las mujeres, el modo en que se está planteando el texto relativo a la vida de quien está por nacer es una cuestión que implica una incertidumbre concreta sobre lo conquistado en materia de ley de aborto en tres causales. Y así ha ocurrido en en en los temas más sustantivos.

Hoy veremos qué ocurre con la fase final de la votación experta, pero tengo la impresión lo que allí se ha podido hacer es resolver cuestiones menores, corregir errores que venían del proyecto impuesto por la mayoría en el Consejo, y sobre temas sustantivos como los que tú mencionaste, hasta ahora no aprecio un cambio que nos permita decir que sobre ellos pudiera haber de verdad un acuerdo en el Consejo, y por lo tanto, una posibilidad de que esas propuestas gocen de apoyo mayoritario de la ciudadanía en diciembre.

ANTEPROYECTO VERSUS CONSTITUCIÓN ACTUAL

  • Verónica Franco: ¿Hay algo de enamoramiento de la oposición y del oficialismo con sus propias normas aquí? Lo pregunto pensando que al inicio, los expertos consiguieron llegar a acuerdos, y hay quienes en la derecha dicen que en la izquierda se enamoraron del texto de los expertos y quieren eso o nada a estas alturas.

No, nosotros siempre valoramos el anteproyecto. Francamente yo era bien escéptico sobre lo que pudieran lograr los expertos en la primera fase del proceso, quedé bastante sorprendido del nivel de acuerdo al que arribaron y que les permitió elaborar un anteproyecto que a mí no me deja para nada completamente satisfecho ni mucho menos, pero que por eso mismo uno, puede sentir que da al ancho para representar a todos y a todas.

Ese fue un punto de referencia para nosotros muy importante: el movernos en torno, en el ámbito o en la perspectiva con el espíritu del anteproyecto sin duda era una posibilidad de llegar a acuerdos también en el Consejo Constitucional, pero tuvimos toda la disposición de modificar y llegar a acuerdos en normas distintas, en nuevas situaciones si es que eso era necesario.

De hecho, te diría que paradojalmente, después del anteproyecto y con la actitud de la mayoría en curso, para nosotros el punto de referencia era la Constitución vigente, es decir, al menos aspirábamos a que en las cuestiones relevantes, la propuesta constitucional a realizar no fuera peor que la Constitución vigente, que como todo el mundo sabe, es algo que siempre hemos querido cambiar. Eso demuestra que ha habido una disposición a llegar a acuerdos, porque nuestro punto hoy finalmente es que queremos cambiar la Constitución, pero no vamos a cambiarla por una peor.

¿INCERTIDUMBRE POR RECHAZAR O POR APROBAR?

  • Paula Molina: La experta Betina Horst advierte que si este texto no se aprueba quedará abierta la incertidumbre respecto a la situación constitucional en Chile. Y además vamos a quedar con una Constitución vigente donde ha bajado el quorum de cambios, entonces habrá un nivel de incertidumbre mayor que va a seguir rondando a la economía. ¿Cómo enfrenta usted ese argumento?

Al revés que la comisionada, yo creo que la incertidumbre y el riesgo de no poder terminar con esta situación más bien se da en torno a una propuesta constitucional que no represente transversalmente a una mayoría sustantiva de la ciudadanía. Cerrar el capítulo constitucional más que cualquier otra cosa significa que este proceso culmine con una ciudadanía que apoya alguna propuesta con un nivel de consenso que le permite constituirse en un conjunto de reglas de convivencia social y política comunes, aceptadas y legitimadas por todas y todos. Ese ese es el modo de cerrar bien el capítulo constitucional.

Imponer una propuesta que representa sólo a un sector, incluso aunque esta llegara a ganar -que es una cuestión que yo pongo en duda-, tampoco significaría cerrar el capítulo constitucional, al contrario; sería hacer de la Constitución no una solución, sino que parte del problema, porque claramente, importantes sectores del país no van a quedar conformes, van a buscar modos de reformar, de modificar esa situación, que es legítimo en democracia, y por lo tanto, el tema constitucional va a seguir en la palestra.

  • Paula Molina: Pero lo que se plantea es bien delicado, porque nos está dejando una situación sin salida ese escenario.

Lo que estoy diciendo es que si lo que nosotros queremos es cerrar el capítulo constitucional, y entendemos que hacerlo es tener una Constitución con que todos estemos básicamente conformes, mínimamente satisfechos, no estamos recorriendo ese camino. Entonces lo que auguro es que una Constitución que se ponga en esos términos -que son legítimos desde el punto de vista de la formalidad democrática- no cierra la inquietud, las demandas, los planteamientos que puedan tener sectores muy relevantes de la ciudadanía, y que tienen espacio de discusión en torno a la Constitución.

A eso me refiero con que un buen cierre constitucional es no sólo la legitimidad de la mayoría, sino que el reconocimiento y adhesión sobre lo que se proponga pueda tener una mayoría transversal del país. Creo que ese es el objetivo con que este Consejo se debió haber movido en el sentido de que esto no fuera una propuesta de un sector, sino que una cuestión que -como dijo alguna vez la presidenta de la Comisión Experta- algo que no fuera de nadie, porque la medida en que no es de nadie, es de todos.

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