Con rapidez, pese a que se preveía una jornada extensa, el Senado aprobó este miércoles en particular y despachó a la Cámara de Diputadas y Diputados la reforma que habilita el nuevo proceso constituyente.
Los senadores rechazaron las 91 indicaciones ingresadas en este paso y luego votaron, en un solo paquete, el articulado del proyecto tal como lo había remitido la Comisión de Constitución.
De esa forma, obtuvo 40 votos a favor; solo cuatro en contra, de Carmen Gloria Aravena y Juan Castro, del comité RN, el republicano Rojo Edwards y el independiente Karim Bianchi: y dos abstenciones, del también RN Alejandro Kusanovic y el UDI José Durana.
La senadora independiente Fabiola Campillai, que en la votación en general de ayer se abstuvo, y el RN Kenneth Pugh, que rechazó, no votaron hoy.
Ayer, el timonel del Senado, Álvaro Elizalde (PS), ya había relevado el "apoyo transversal" a la reforma y también anticipado que las indicaciones que "alteren el fondo del acuerdo" iban a ser rechazadas.
Después de la sesión de hoy, Elizalde celebró la votación destacando que el 87% de la Cámara Alta votó a favor y honró a los mantuvieron el respeto al acuerdo que dio luz a este nuevo proceso.
"Todos los actores que suscribieron al compromiso, honraron su palabra y creo que es muy importante, porque da cuenta de la responsabilidad y seriedad con la que se está abordando este desafío", dijo.
SEPÚLVEDA, MOLESTA POR RECHAZO A SUS INDICACIONES
Sin embargo, los ánimos dentro del Senado no estuvieron tan calmados. La oficialista Alejandra Sepúlveda (FRVS) salió molesta de la sesión, acusando que el acuerdo había sido escrito en "cuatro paredes", debido a que se rechazaron todas las indicaciones que buscan modificaciones en el proyecto.
"Lo que falta es entender que esto es perfectible, que no está escrito en piedra y que, si no somos capaces de entender que este es un proceso que debería ser democrático e incorporar algunas cosas, que para nosotros eran evidentemente importantes, va a ser un proceso mediocre", vociferó.
Sepúlveda había ingresado enmiendas para ampliar los plazos del proceso de elaboración de la nueva Constitución, proponiendo que el la redacción terminase en marzo del 2024, además de algunas normas anticorrupción, las que fueron rechazadas.
De todos modos, su partido está dentro de las fuerzas que firmaron el acuerdo constituyente, y Sepúlveda votó a favor.
CÁMARA BAJA TENDRÁ SEIS DÍAS PARA DEBATIR
Los firmantes del acuerdo del 12 de diciembre que gestó la iniciativa esperan que su tramitación sea especialmente expedita pues, según lo acordado, en enero se debiera comenzar a implementar la nueva hoja de ruta y, por lo mismo, el Gobierno le puso "discusión inmediata" a la tramitación.
En la etapa previa, la Comisión de Constitución modificó el itinerario electoral del nuevo proceso, adelantando la elección de los integrantes del Consejo Constitucional al 7 de mayo y dejando el plebiscito de salida para el 17 de diciembre. Para permitir que, en lo técnico, el Servicio Electoral pueda organizar los primeros comicios, la reforma tiene que estar despchada del Congreso antes del 27 de enero.
El proyecto deberá ser visto en la Cámara Baja en su segundo trámite constitucional, en un plazo de seis días dada la urgencia que le ingresó el Ejecutivo.
Se espera que la Comisión de Constitución de esta Corporación lo comience a analizar el próximo martes o miércoles. Su presidenta, la diputada Karol Cariola (PC), adelantó que "no vamos a limitar la presentación de indicaciones".
"Esperamos de todas maneras que las fuerzas políticas que adhirieron el acuerdo respeten el marco, que las indicaciones que se presenten sean para fortalecer, mejorar o clarificar aquellos aspectos mejorables. Sin embargo, en teoría, las fuerzas políticas que fueron parte del acuerdo no deberían ingresar mayor cantidad de indicaciones. Estamos por que lo que salió del Senado, en general, se mantenga, sin embargo, si hay que hacer mejores, que sean en la línea de lo que ya se resolvió", sostuvo.
Este segundo proceso constituyente, que algunos sectores políticos consideran que es la "última oportunidad" para avanzar hacia una nueva Carta Fundamental, considera la instalación de tres órganos: Consejo Constitucional, Comisión Experta y Comité Técnico de Admisibilidad.