Wikileaks divulgó un cable sobre el ex diputado preparado por la embajada en Santiago.
El documento cita comentarios de Max Marambio y Alvaro Escobar.
La embajada de Estados Unidos en Chile consideraba que Marco Enríquez-Ominami era un candidato "difícil de tomar en serio", según cita este miércoles el diario El País a través de un cable diplomático filtrado por Wikileaks.
Según cita el medio español, el embajador Paul Simons consideraba a Enríquez-Ominami como "una persona voluble, poco formado políticamente y difícil de tomar en serio" para optar a la Presidencia chilena.
El cable, enviado a Estados Unidos el 2 de diciembre de 2009 -11 días antes de la primera vuelta electoral-, aseguraba que las principales características del candidato eran "su encanto, su evocador y doblemente famoso nombre y la hermosa y ampliamente admirada mujer que tiene al lado", en alusión a su esposa Karen Doggenweiller.
Simons además estima que "difícilmente parece ser el líder que los estereotipados, como responsables y sobrios chilenos, respaldarían".
El embajador estadounidense elaboró su informe basándose en los comentarios de dos cercanos a Enríquez-Ominami, como son el financiador de su campaña electoral, Max Marambio, y su aliado político, el actor Alvaro Escobar.
Ambos comentaron que Enríquez-Ominami estaba cansado de la vida política y consideraba la opción de ir a dar clases a la Universidad de Duke, en Estados Unidos.
Sin embargo, todo cambió cuando "alguien medio en broma sugirió que debería dejar su carrera política cubierto de gloria: ¿Por qué no presentarse a Presidente?", pero las posibilidades de convertirse en Mandatario -según Escobar y Marambio- eran escasas.
El perfil que realizó Simons se suma a otros dos documentos que envió a Estados Unidos para informar a la Secretaría de Estado sobre los principales candidatos presidenciales.
Vida convulsionada
Simons consideraba que "Enríquez-Ominami tiene una vida de película" que considera "triángulos amorosos, intrigas políticas, violencia, exilio y la eventual reconciliación".
Además destaca la carga que significaría para el entonces candidato presidencial llevar los apellidos Enríquez, "el mártir revolucionario" y Ominami "un barón de la Concertación".
En alusión a Karen Doggenweiler, el embajador afirma que "es una de la celebridades más conocidas y queridas de Chile y eclipsa largamente a su marido en términos de reconocimiento y respeto".
Previo a este informe, en junio de 2009, la consejera política de la embajada en Santiago, Jennifer Spande, comentaba sobre Enríquez-Ominami, asegurando que "Con una imagen tan buena, ¿A quién le importa el contenido?".
