El candidato del PRO dijo que tanto él como Evelyn Matthei y Franco Parisi "rondan el 10 por ciento".
Lamentó que "habiendo más hambre de ideas" haya "menos pan" en el debate.
"Ya hice la candidatura del nuevo, de la seducción. Ahora es el momento de explicar los problemas", comentó ME-O.
El candidato presidencial del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, aseguró que la pelea por el segundo lugar en las elecciones del 17 de noviembre está abierta entre él, Evelyn Matthei y Franco Parisi, y confía en que, cualquiera sea el abanderado que, en definitiva, ocupe esa posición, habrá una segunda vuelta el 15 de diciembre próximo.
"Tenemos razones para pelear por el segundo lugar y se va a dar un paso a segunda vuelta para cualquiera de los tres candidatos: o yo o Matthei o Parisi", dijo Enríquez-Ominami en una reunión con la prensa internacional, según declaraciones reproducidas por la agencia EFE.
Al comentar el amplio favoritismo que tiene Michelle Bachelet en las encuestas, ME-O comentó que "estas elecciones se dan más en la oposición".
Admitió, en esa línea -y "con total honestidad"- que "si no existieran las figuras de Matthei y Parisi no tendríamos ninguna oportunidad de pasar a segunda vuelta, (...) no tendríamos nada que hacer".
Sin embargo, "como todos andan en torno al 10 por ciento, hay una pelea por el segundo lugar".
A treinta días de las elecciones, el ex diputado ex socialista aseguró estar a cinco puntos de Matthei.
Si bien considera que la contienda electoral es "difícil", confía en poder "interpelar a los nuevos votantes".
Una campaña distinta
El líder del PRO comparó también el actual proceso eleccionario con el que se registró en 2009, donde logró el 20 por ciento de los sufragios.
Ese año "yo hice la candidatura del nuevo, del impacto. Ya hice la candidatura de la seducción, y ahora es el momento de explicar los problemas", explicó al ser consultado por cómo enfrenta esta segunda postulación a La Moneda.
Acusó "falta de pasión" en sus contendores y ausencia de debate entre los candidatos: "Veo, paradójicamente, que habiendo más hambre de ideas y más candidatos presidenciales, hay menos pan", graficó.
Marco Enríquez-Ominami defiende ideas como la reducción del gasto militar, la regulación de los derechos sexuales reproductivos, la despenalización de la marihuana, educación pública gratuita y la legalización del matrimonio igualitario con adopción.
También aboga por reformas políticas, al apuntar "Chile es el país más presidencialista de toda América Latina".
