Gravaría en un 1 por ciento a quienes posean fortunas superiores a un millón de dólares.
Los ricos deben hacer "un esfuerzo adicional", dijo el abanderado del PRO.
El ex diputado asegura promover "la reforma tributaria más ambiciosa de las candidaturas", que busca recaudar 12 mil millones de dólares.
El candidato presidencial del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, propuso la creación de un "impuesto a la riqueza" que gravaría en un 1 por ciento a quienes poseen activos netos superiores a un millón de dólares, excluyendo bienes inmuebles.
"Les estamos diciendo a los más ricos, a estos pocos más ricos, que hagan un esfuerzo adicional del 1 por ciento, que se aplique de manera progresiva en los activos financieros", dijo Enríquez-Ominami.
"Este impuesto a la riqueza significa hacer un esfuerzo. La lógica es que sea progresivo: busca corregir algo de la regresividad de nuestra carga tributaria", añadió el ex diputado, quien asegura promover "la reforma tributaria más ambiciosa de las candidaturas, que supone revisar los vicios, crear impuestos verdes, abrir la discusión sobre alcoholes, tabacos, hidroeléctricas y sobre el gasto militar, para recaudar aproximadamente 12 mil millones de dólares, equivalentes a 5 puntos del PIB".
Esta propuesta -desarrollada por un equipo liderado por el economista Andrés Solimano- permitiría recaudar 900 millones de dólares anuales, equivalentes al 0,35 por ciento del PIB.
Al hacer este anuncio, ME-O criticó la reforma tributaria propuesta por Michelle Bachelet, que consideró "no creíble".
"La soportan los mismos que bloquearon todos los cambios tributarios. No puedes proponer una reforma tributaria y nombrar al mismo que se negó y bloqueó esta reforma cuando Chile tenía escenarios de abundancia. Por otra parte, nos parece poco ambiciosa porque tiene un programa poco ambicioso. Aun así, a diferencia de Matthei, creo que es un programa serio; puedo no estar de acuerdo, tiene omisiones, es confuso, pero no dudo de su calidad técnica", indicó.
