La Presidenta Michelle Bachelet aseguró que si bien no está en cuestión la gratuidad universal en la educación "a lo mejor, no lo vamos a poder cumplir en los seis años que dijimos".
"Hay un escenario más estrecho desde el punto de vista económico, pero hay cuestiones que nos parecen trascendentales, que no se renuncia. Por ejemplo, no está en cuestión la gratuidad universal en educación. Lo que sí, a lo mejor, no lo vamos a poder cumplir en los seis años que dijimos, sino que demorará un poquito más. Ese es el tipo de ajuste, de realismo, pero la meta se mantiene", afirmó en entrevista con La Tercera.
En ese sentido, la Mandataria se refirió a los cuestionamiento que surgieron luego de que utilizara el concepto de "realismo sin renuncia" defendiendo el término y explicando que es adecuado explicar que las estimaciones sobre las cuales se basó el programa de Gobierno habían cambiado.
Sin embargo, señaló que aunque entiende que hay personas que no quieren las reformas "porque defienden determinados intereses", la meta se mantiene, "pero parece algunos leyeron sólo la palabra 'realismo' y no escucharon el 'sin renuncia'".
En cuanto al alto porcentaje de desaprobación -70 por ciento según última encuesta Adimark- señaló que aborda el tema preguntándose "qué no hemos hecho lo suficientemente bien". En esa línea, indicó que el principal problema ha sido que no se han explicado bien los beneficios que traerá a las personas los cambios que busca el Gobierno.
Aún así, "no me puedo alimentar tan sólo de las encuestas, de los análisis de prensa o de lo que un grupo determinado piensa o señala... No me quedo secuestradas en ellas".
Nueva Constitución
Consultada por los cambios a la Constitución, Bachelet indicó que "hay una crisis de confianza que tienen los ciudadanos respecto de las elites política y empresarial. Esto viene hace rato, pero se ha agravado con los hechos conocidos por todos. Para mí, el tema del proceso constituyente es clave, porque también es una manera de acercar a la elite a la ciudadanía".
"Nosotros tenemos claro que se requiere una nueva Constitución, porque hay partes de ella que no permiten un desarrollo democrático adecuado. Ya resolvimos un aspecto con la reforma al binominal. Eso está resuelto, pero no es la única tranca al desarrollo democrático", añadió.
Sin embargo, aclaró que "el tema de los mecanismos no hay que definirlo ahora. Ningún sistema tiene sentido si la ciudadanía no sabe qué es una Constitución ni por qué necesitamos una nueva".
Cambio de gabinete: "Fue difícil"
La Mandataria además se refirió a la salida de los ex ministros Rodrigo Peñailillo y Álvaro Elizalde, indicando que "siempre es difícil hacer cambios de gabinete".
"En este caso particular, fue muy duro también, porque el cambio impactó a dos personas muy queridas para mí, todos eran queridos, pero dos de larga trayectoria, de trabajo en conjunto, de grandes talentos y capacidades. Pero, como decía, uno debe hacer evaluaciones y tomar decisiones difíciles. Y yo las tomo, aunque algunos digan que no tomo decisiones", puntualizó.
Y enfatizó en que "fue difícil en el sentido emocional. Siempre es duro, porque a las personas obviamente les afecta, pero todos se portaron de una manera muy leal".
Consultada por la incertidumbre que generó Peñailillo al decir que por consejo de su abogado no se referiría al tema de si Bachelet conocía la constitución de Asesorías y Negocios o de la precampaña, la Jefa de Estado respondió indicando que "no sé cuál es la razón del abogado, pero yo no hice precampaña. Llegué a ser candidata a fines de marzo de 2013", concluyó.