El Presidente destacó los logros económicos de su administración, que opuso a los resultados del anterior mandato.
Andrés Allamand y Laurence Golborne llegaron separados, pero entraron juntos.
El Presidente Sebastián Piñera encabezó, la noche del lunes, un acto en los patios del Palacio de La Moneda en el que, junto a unas 1.500 personas, celebró sus tres años a la cabeza del Gobierno.
"Es una noche cargada de recuerdos y sembrada de esperanzas. Hace exactamente tres años, después de dos largas décadas de lucha democrática, logramos conquistar el corazón y la voluntad de una nueva mayoría de chilenos que nos permitió llegar a esta Casa de Gobierno", afirmó Piñera al dirigirse a los presentes, un día después de que, a través de una cadena nacional, anunciara beneficios para los sectores más pobres del país, destacando un bono de 40 mil pesos y el adelanto del reajuste en el salario mínimo.
"Hay muchos desafíos que el futuro nos va a poner en el camino, pero nada nos puede quitar la inmensa alegría y el orgullo de saber que no sólo hemos entregado lo mejor de nosotros, sino que hemos construido un país que avanza hacia un futuro más promisorio y luminoso que cuando lo recibimos", agregó el Mandatario.
"Queremos a nuestra patria grande noble y protectora. Quiero pedirles a todos que redoblemos nuestra fe y nuestra esperanza en Chile y redoblemos nuestro compromiso", sentenció.
Durante su discurso de 48 minutos, el Jefe de Estado también recordó que los ex Presidentes Ricardo Lagos y Eduardo Frei, quienes se plantearon como meta sacar al país del subdesarrollo y no lo consiguieron. Destacó, en contraste, los buenos resultados económicos bajo su administración.
"A pesar de que algunos de nuestros adversarios pretenden prohibirnos recordar, prohibirnos ejercer nuestra libertad de analizar y de evaluar lo que fueron los gobiernos anteriores, es bueno y necesario hoy día recordar cómo estaba Chile ese 11 de marzo del año 2011: era un Chile que desde hacía ya algún tiempo venía dando claras muestras de fatiga, era un país que crecía muy poco y que creaba muy pocos empleos. De hecho, estábamos creciendo menos", reclamó.
Allamand y Golborne
Los más esperados en esta celebración fueron los dos candidatos presidenciales del oficialismo: Laurence Golborne, abanderado de la UDI, y Andrés Allamand (RN) hicieron su arribo en diferentes maneras de acuerdo con sus estilos.
Mientras el abanderado de RN llegó de manera silenciosa y entró sin aspavientos, Golborne arribó acompañado por altos dirigentes de la UDI, como Patricio Melero y Ena von Baer, e hizo fila para entrar a La Moneda.
Ambos candidatos se unieron para ingresar juntos al Patio de Los Cañones donde se efectuaba la fiesta, momento en que se notó que el ex ministro de Obras Públicas y el partido que lo respalda llevaron más gente: los vítores de su apellido fueron intensos.
En su discurso el Presidente tuvo palabras para ambos candidatos y sus esposas, recordándoles el desafío que les espera: "Ustedes van a tener el privilego pero también la enorme responsabilidad de tomar la posta y levantar nuestras banderas para que uno de ustedes dos tenga la oportunidad de continuar con este trabajo, con esta obra, con esta misión".
"Es muy natural que ambas candidaturas hayan tenido su respaldo. Pero, sobre todo, yo quiero destacar el ambiente de armonía y el ambiente de alegría que existía" en el acto, comentó Andrés Allamand.
"Me siento tremendamente motivado por sus palabras el día de hoy, donde nos convoca tanto a mi competidor como a mí para tomar este testimonio y proyectarlo a un segundo Gobierno de la coalición. Creo que eso es lo más emocionante que nos tocó en esta celebración", dijo Golborne a la salida.
El acto de celebración partió a las 20.30 y terminó alrededor las 23:00, con un cóctel en el Patio de Los Naranjos.
