Fernando Díaz participó en las negociaciones para terminar con la huelga de hambre seca.
Los imputados tienen derecho a estar cerca de sus familias.
El sacerdote de la Pastoral Indígena Fernando Díaz, quien participó en las negociaciones para terminar con la huelga de hambre seca de los comuneros mapuche en la cárcel de Temuco, afirmó que el error estuvo en la arbitrariedad del traslado.
Durante este martes Díaz y la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Lorena Fries, consiguieron un acuerdo con Gendarmería y los huelguistas para terminar con el ayuno y que estos fueran trasladados a la cárcel de Angol como exigían.
"El error estuvo en la arbitrariedad del traslado de los presos a este recinto. Como imputados tienen derecho a estar en su lugar, cercanos a sus familias. Estamos hablando de jóvenes menores de 20 años", afirmó el sacerdote.
Agregó que "hay toda una situación de maltrato y arbitrariedad en el traslado a este penal. Ellos conversaron con Gendarmería y justo se dio la visita del Presidente Piñera y eso provocó tensión en la región. Hubo una intervención poco acertada".
En cuanto a la situación en que se encuentran los comuneros, Carolina Marileo, vocera del grupo, informó que "el ánimo de ellos no es bueno. Por el tema de salud no están bien, pero están ilusionados con que puedan ser trasladados a la cárcel de Angol como lo corroboró Lorena (Fries). El Gobierno se comprometió a trasladarlos a más tardar el jueves".
