En Cooperativa, Alejandro Bohn negó presiones para reabrir el yacimiento.
El ejecutivo dijo estar "tranquilo" ante eventual responsabilidad en el accidente.
Alejandro Bohn, uno de los dueños del yacimiento San José, afirmó que "es difícil" que pueda pagar los sueldos de los 33 mineros atrapados en Atacama o los de sus colegas que no pueden operar a raíz del accidente del 5 de agosto.
"Todo depende de lo que logremos hablar con las autoridades. La nuestra es una compañía minera pequeña, mediana, cuyo único yacimiento en explotación era la mina San José. Es difícil pensar que uno pueda proyectar a largo plazo, o mediano plazo, una empresa cuyo principal y único yacimiento detenido", aseguró.
A renglón seguido y en conversión con El Diario de Cooperativa, el ejecutivo dijo que "la compañía tiene otros yacimientos, otros recursos mineros que puede utilizar, pero estos requieren inversión inicial para echarlos a andar".
Bohn también sostuvo que la empresa "está tranquila" en cuanto a la eventual responsabilidad que le cabría por el accidente que mantiene atrapados a 33 de sus trabajadores.
"La compañía está tranquila, en el sentido que nunca tuvo antecedentes de una catástrofe de este tipo, sus trabajadores estaban entrenados y tenían los dispositivos de seguridad para que, acontecido un evento de estas características, pudiesen tener la protección necesaria", expresó.
El empresario reconoció que la empresa no tenía previsto seguros para sus trabajadores, ya que "debido al prolongado cierre tuvimos un deterioro económico importante y a la fecha no hemos podido reponerlos, pero la cobertura de los seguros en estos casos es bastante bajo".
Además, Bohn sostuvo que "no tenemos ninguna intención de seguir con la mina San José por el momento, lo único que nos interesa es seguir adelante con el rescate".
Por ello, reiteró Bohn, la entrega de las remuneraciones o eventuales indemnizaciones depende de conversaciones con el Estado: "Hemos hablado con las autoridades con respecto a buscar soluciones para seguir adelante, lamentablemente por el momento, tanto ellos como nosotros estamos enfocados en rescatar a nuestros trabajadores".
Consultado sobre si pediría perdón a las familias de los 33 mineros, el dueño de la minera San Esteban expresó que "hay que tener cautela, hay que dejar que la investigación avance, para ver que se pudo haber hecho con anticipación".
