La firma del grupo Luksic alega que son "irresponsables" las críticas de las comunidades.
"Más claro echarle agua... no hay agua", replican los dirigentes de Caimanes.
La minera mantiene abiertos dos focos de conflictos paralelos y tanto en Caimanes como en Salamanca los se encuentran movilizados.
El gerente de Asuntos Públicos y Sustentabilidad de la Minera Los Pelambres, Jorge Araneda, negó que la empresa sea responsable de la sequía que afecta al Valle del Río Choapa, situación que mantiene movilizadas a las comunidades de Caimanes y Salamanca y que ha derivado en enfrentamientos con Carabineros durante las últimas semanas.
"Nosotros no usamos más del 10 por ciento de los derechos de agua del Río Choapa. El 90 por ciento del agua está en manos de otras entidades y afecta a usos que no son la minería", afirmó Araneda, quien oficia como vocero y negociador de la firma del grupo Luksic.
"Tenemos la convicción de que no somos los responsables -directa ni indirectamente- de la sequía que afecta a la Provincia del Choapa", remarcó el ejecutivo, quien alegó que "centrar el tema en que un usuario que no tiene más del 10 por ciento de los derechos de agua es el responsable de la escasez me parece que es un poco irresponsable".
Enfrentado a las acusaciones de los vecinos de Caimanes que denuncian incumplimiento del dictamen de la Corte Suprema que ordena permitir el libre escurrimiento de las aguas del Estero Pupío, Araneda respondió: "Enfáticamente, nosotros sí hemos cumplido ese fallo".
Carabineros mantiene en Caimanes la custodia en la entrada al Tranque El Mauro. (Foto: Felipe Gallegos)
Según constató en terreno el enviado especial de Cooperativa a la zona, Felipe Gallegos, durante la pasada jornada Caimanes se encontraba sin presencia de Fuerzas Especiales, pero personal de Carabineros mantenía la custodia del tranque de relaves El Mauro, el punto de la discordia.
Los vecinos afirman que dicho tranque es el responsable de que hoy en el pueblo, de 1.200 habitantes, no se pueda beber agua potable con seguridad. Señalan que una investigación de la PDI con posterior comprobación del jefe del Departamento de Medioambiente del Colegio Médico, Andrei Tchernitchin, confirmó la presencia de metales pesados en el agua para consumo humano.
La situación es insostenible, dice Juan Olivares, vocero del Comité por la Defensa de Caimanes, quien afirma que ya ni siquiera hay agua para la agricultura: "Minera Los Pelambres se quedó con todas las napas subterráneas. Hemos golpeado todas las puertas posibles para que se respete el fallo donde dice que las aguas están contaminadas, donde hay un examen de la PDI y está el doctor Tchernitchin, que dice que el agua no es bebestible para los animales y tampoco para el regadío".
"El agua de la llave se está ocupando única y exclusivamente para ducharse. Más claro echarle agua... no hay agua", afirmó el dirigente, quien lamenta que "jamás Caimanes necesitó estar pidiendo agua como está pidiendo ahora, de esta manera".
Salamanca en compás de espera
En paralelo, en Salamanca el fin de semana fracasó una mesa de diálogo que se extendió por más de 14 horas, pero durante la pasada jornada hubo acercamientos entre las partes y se prevé un pronto restablecimiento.
"Se va a retomar el diálogo. Falta fijar el día y la hora. En eso estamos, hay que ir con calma y tiza para coordinar a las dos partes", afirmó el alcalde Gerardo Rojas (PPD).
Este lunes miembros del movimiento social de Salamanca viajarán junto al diputado Luis Lemus (PS) al Congreso, donde esperan manifestar su problema a las autoridades centrales.
Esta postura se opone a la del Comité de Defensa de Caimanes, que se encuentra distanciado de los parlamentarios de la zona y rechaza cualquier posibilidad de diálogo con la empresa, según un comunicado que difundieron ayer.
"Lo que ocurre en Caimanes es distinto de Salamanca, porque aunque son los mismos temas, estamos en momentos distintos de lucha", dice el documento, firmado por Cristián Flores, presidente del Comité.
