Francisca Linconao fue arrestada esta madrugada junto a otras 10 personas.
En 2013, después del asesinato del matrimonio, había sido sorprendida con una escopeta hechiza en su poder.
La Fiscalía sospecha que el ataque fue planificado en el domicilio de Linconao.
La machi mapuche Francisca Linconao Huircapan, detenida la madrugada este miércoles junto a otras 10 personas por su presunta participación en el crimen del matrimonio Luchsinger Mackay, ganó recientemente una demanda contra el Estado.
Poco después del incendio intencional que mató a Werner Luchsinger y Vivian Mackay el 4 de enero de 2013 en el fundo Granja Lumahue de Vilcún, Linconao fue detenida en su casa -a seis kilómetros del predio de las víctimas- en posesión de una escopeta hechiza.
Según recordó La Segunda, Linconao fue formalizada por porte ilegal de arma y quedó bajo arresto domiciliario nocturno, pero luego terminó absuelta de los cargos.
No obstante, al ser detenida y trasladada a la comisaría y al consultorio -para constatar lesiones- debió cambiar su vestimenta tradicional, lo que consideró una afrenta a su calidad de autoridad del pueblo mapuche.
Por ello, presentó una demanda contra el Estado apelando al Convenio 169 de la OIT, en la que pidió una indemnización de 150 millones de pesos.
"Fui detenida con violencia en mi casa, delante de mi nieta de tres años. Me llevaron esposada a la Comisaría, me despojaron de mi vestimenta. Yo soy machi, una autoridad tradicional de mi lof, de las comunidades del pueblo mapuche. Fui atropellada en mis derechos de machi, acusada con calumnias. Mi prestigio y honor ha sido gravemente afectado, impidiendo mi trabajo y afectando mi salud física y sicológica. Estoy espiritualmente dañada y exijo reparación", argumentó la mujer.
En octubre del año pasado, el Primer Juzgado Civil de Temuco sentenció al Estado a pagarle 30 millones, pero el Consejo de Defensa del Estado presentó un recurso de casación. Ahora el proceso se encuentra en la Corte de Apelaciones de Temuco.
La Segunda resalta además que las diligencias policiales permitieron georreferenciar los celulares de varios de los imputados las noches previas al ataque, y los aparatos de Luis Tralcal Quidel, José Tralcal Coche y José Peralino Huinca fueron ubicados en el domicilio de Francisca Linconao. Esto hace creer a la Fiscalía que el ataque fue planeado en su domicilio.
