El Liceo Bicentenario Carlos Montané Castro, de Quirihue, fue el establecimiento que más estragos sufrió en la región producto del primer sistema frontal del año, tras el anegamiento de varias salas de clases y otros espacios dispuestos para su proyecto educativo.
Lo anterior obligó la suspensión de clases y el inicio de gestiones para abordar la emergencia de cara a un proyecto definitivo de remodelación de sus añosas dependencias.
Roberto Ferrada, jefe del Departamento de Educación Municipal de Quirihue, dio cuenta de la situación vivida en el establecimiento, indicando que "se produjeron inundaciones, las cuales fueron bastante complejas y nos obligaron a suspender las clases desde temprano con nuestros estudiantes".
Así también lo confirmó el gobernador Óscar Crisóstomo, quien señaló que "es un liceo que tiene más de 600 alumnos y que se ha visto afectado por el anegamiento de distintas salas de clases, salas de estimulación, salas multiuso, Consejo de Profesores, donde se observa no solamente la acumulación de agua en el piso, sino la aparición de hongos y material dañado".
Plan de mitigación
La autoridad regional se comprometió a la instalación de salas transitorias, mientras avanza la postulación del municipio local a un plan de mejoramiento del Ministerio de Educación, que contempla una inversión de 300 millones de pesos para la reparación de la torre principal del establecimiento.
Asimismo, se iniciaron gestiones con la Seremi de Educación, para la utilización del internado como salas de clases para que el proceso educativo vuelva rápidamente a la normalidad.
