Esta semana se conoció un informe del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso que da cuenta de que el agua potable de la Región presenta altos grados de contaminación por pesticidas y ácido cianúrico.
La investigación fue liderada por Kathleen Whitlock, contra quien la empresa Esval anunció la interposición de una querella por el delito de causar falsa alarma pública.
Así lo informó la sanitaria, que también se querelló contra todos quienes resulten responsables.
"Hemos tenido múltiples consultas de nuestros vecinos preocupados por las publicaciones que circulan y que cuestionan la calidad del agua potable que distribuimos. Para nosotros la tranquilidad de las familias es fundamental, por eso realizamos más de 500 controles cada día que certifican el estricto cumplimiento de la norma chilena", dijo el gerente general de la sanitaria, José Luis Murillo.
"QUE LA JUSTICIA ACTÚE"
"No podemos aceptar que la confianza de la comunidad en el agua que entregamos se ponga en duda. Queremos garantizar que su consumo es seguro", añadió el ejecutivo, que advirtió que "sembrar dudas sobre la calidad del agua potable y apuntar a potenciales efectos como cáncer es algo muy grave".
"Queremos que la justicia actúe, y quienes han generado esta alarma sin fundamento asuman la responsabilidad que les cabe", dijo Murillo.
Esval afirma que, respecto a la investigación en cuestión, no tiene más antecedentes que la información que ha circulado por diversos medios, por lo que no sabe detalles de cuál fue la metodología utilizada por Kathleen Whitlock para obtener dichas conclusiones.
"La publicación, además, motivó la intervención de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) y la Seremi de Salud, que ratificaron -como encargados de su permanente fiscalización- la calidad del agua que distribuye la empresa en la Región de Valparaíso", apuntó la sanitaria.
