Las autoridades municipales de Lebu suspendieron las clases en los colegios de esa comuna de la Región del Biobío, luego de la seguidilla de sismos que se percibieron durante la noche del sábado y la madrugada del domingo en sus cercanías y que dejaron sin luz ni agua potable a miles de vecinos.
Los dos movimientos más fuertes se sucedieron a las 23:24 horas del sábado, con escasos segundos de diferencia, con magnitudes 5,2 y 6,2, según mediciones del Centro Sismológico de la Universidad de Chile.
Varios habitantes de la ciudad evacuaron sus casas y se refugiaron en sectores altos tras los sismos; sin embargo, la Armada descartó algún peligro de tsunami para las costas chilenas.
El alcalde de Lebu, Cristián Peña, confirmó que durante este lunes se dedicarán a "revisar la infraestructura", ya que por el temblor hubo algunos "daños leves".
Hubo "grietas en algunos pisos de colegios, que son superficiales. También caídas de techumbres de cielos falsos de algunas dependencias y caída de las góndolas de mercadería", siempre de acuerdo al medio citado.
Finalmente, "con la finalidad de realizar una evaluación de daños en sus estructuras", se determinó la suspensión de clases para los establecimientos educacionales de la comuna durante este lunes 14 de noviembre.
La Onemi informó que tras el temblor hubo cortes de suministro eléctrico en diversas comunas de la región y a las 16:00 horas de este domingo aún había 2.839 hogares sin servicio en Curanilahue, Lebu, Los Álamos y Cañete.
En Lebu, en tanto, 2.000 casas se encuentran sin agua potable, por problemas en los sistemas de Agua Potable Rural Santa Rosa y Ranco Rosal.
