Cómo afectaron las inundaciones a cada cultivo en campos del Maule

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Autor: Cooperativa.cl

INIA detalló los daños y entregó recomendaciones para evitar que las pérdidas se profundicen.

Cómo afectaron las inundaciones a cada cultivo en campos del Maule
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El reciente sistema frontal que azotó la Región del Maule ha dejado una huella significativa en la agricultura local. En respuesta a esta situación, un equipo de expertos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) elaboró un informe exhaustivo que analiza las repercusiones de las inundaciones en los cultivos predominantes en la región.

Según datos de la red agrometeorológica INIA entregados por los investigadores de INIA Quilamapu Raúl Orrego y Marcel Fuentes, hasta el mediodía del 22 de agosto, las precipitaciones en la Región del Maule alcanzaron un promedio de 222 milímetros, representando un superávit del 132% en comparación con los niveles históricos para agosto.

Este exceso de agua se acumuló en tan solo cinco días, generando preocupaciones por la saturación del suelo y los altos caudales de los ríos. Zonas como el secano costero, el secano interior y la depresión intermedia han registrado superávits de hasta 270%. La estación meteorológica Deuca en Curepto fue la más impactada con 306 milímetros de precipitación.

Ambos investigadores advierten una baja de temperaturas durante los próximos días seguidas por la probabilidad de nuevas precipitaciones para la próxima semana, por lo que hacen un llamado a implementar medidas de mitigación frente a las inundaciones.

"Es importante considerar también medidas de mitigación para enfrentar las heladas de los próximos días, por lo que el uso de mantas térmicas en hortalizas, sistemas anti heladas en frutales y viñas, confinamiento de animales y suplementación nutricional para ellos, podrían ayudar a evitar que las pérdidas económicas sigan aumentando post evento de inundación y lluvia excesiva", dice Irina Díaz, subdirectora de INIA Raihuen.

Ante esta situación, especialistas del INIA evaluaron las implicancias de las inundaciones en una variedad de cultivos claves de la región del Maule.

El investigador Iván Matus detalló que en el caso del trigo el anegamiento provoca una asfixia radical, ya que el agua desplaza al oxígeno en los espacios porosos del suelo, creando una condición de anaerobiosis que impide la respiración de las raíces y la absorción de nutrientes, especialmente nitrógeno. Por ello recomienda la aplicación de nitrógeno o fertilizantes foliares después de drenar el suelo, para promover la rápida recuperación de las plantas.

Kianyon Tay dijo que para las leguminosas de grano, la mayor superficie corresponde a las comunas de Licantén y Curepto, dos de las comunas más afectadas por inundaciones. Para evitar las pérdidas propone drenajes y regueros que reduzcan la acumulación de agua "especialmente en los contornos y dentro del cultivo".

Para las hortalizas, Juan Pablo Martínez, explica que las inundaciones dificultan la aireación del suelo, lo que causa asfixia radicular en los cultivos y "provoca que un porcentaje importante de nutrientes presentes en el suelo sean arrastrados hacia capas más profundas donde no serán alcanzados por las raíces de los cultivos a establecer a futuro".

Carmen Gloria Morales apunta que entre los frutales menores el arándano enfrenta un panorama complejo debido a su estado fenológico en floración. Por lo mismo espera que se aceleren las etapas principalmente de formación y desarrollo de fruto, pudiendo incidir en la productividad y calidad en cosecha, con menor acumulación de azúcares, menor calibre y firmeza.

Acerca de frutales mayores y vides, Marisol Reyes explica que la mayor parte de los frutales de hoja caduca se encuentra en receso, aunque algunas especies, como el avellano europeo y algunas variedades tempranas de vid, están ya iniciando la salida del receso invernal. Igualmente apunta a eventual descalce de plantas y daños en estructuras de soporte o conducción, además de que "el anegamiento y saturación de los suelos puede generar problemas fitosanitarios y dejar a las plantas en una muy mala condición para enfrentar cualquier otro estrés".

Y en cuando a praderas y ganadería, Viviana Barahona, enfatiza que las leguminosas en las praderas, como la alfalfa, son particularmente vulnerables al anegamiento, mientras que las gramíneas muestran mayor resistencia. Ante ello recomienda drenajes y reducción del volumen de agua en las plantas para minimizar el estrés. Además explica que cuando una pradera se encuentra inundada, su condición no permite que animales la consuman por lo que será necesario suplementar la dieta de bovinos y ovinos con fardos, granos o pellet que entreguen nutrientes para mantener una buena condición nutricional.

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