La legación chilena destacó que el embajador no ha hecho uso en Argentina de su derecho a importar un vehículo con franquicias, en el caso de los llamados "autos truchos".
El embajador de Chile en Buenos Aires, Luis Maira, aseguró que su "conducta" y "prestigio" no han sido puestos en duda en la investigación del escándalo desatado en Argentina por ventas de automóviles importados con franquicias diplomáticas.
En un comunicado difundido por la embajada chilena, destacó que no ha hecho uso en Argentina de su derecho a importar un vehículo con esas franquicias ni ha tenido participación en solicitudes para la importación de vehículos.
"Ante los cargos hechos por medios de prensa a diversas embajadas por este tema (...), la embajada de Chile ha efectuado con la Cancillería (argentina) un intercambio de notas cuyo objetivo es aclarar a la opinión pública la situación de esta misión diplomática", indicó Maira en la nota oficial.
La representación diplomática chilena subrayó que, en el intercambio de notas, la Cancillería "ha aprovechado la oportunidad para señalar que ni el prestigio ni la conducta del embajador están afectados" por la investigación de irregularidades.
Sostuvo que también se pudo constatar que Argentina y Chile tienen vigente un acuerdo -suscrito en 1974- que dispone que "no se requieren plazos mínimos para la nacionalización de automotores libres de tributos en caso del cese de funciones de un diplomático o miembro de las misiones militares".
"Como consecuencia a lo anterior -completó-, no podrían existir irregularidades en los casos investigados por un incumplimiento de los plazos para la venta y nacionalización".
La nota alude a siete automóviles importados por funcionarios de la embajada chilena que son objeto de investigación judicial, al igual que decenas de vehículos de otras 13 delegaciones extranjeras.
Antes de difundir la nota, Maira aseguró a la radio América que no se cometió ningún ilícito en la embajada de Chile porque los vehículos en cuestión fueron ingresados bajo la Convención de Viena y pertenecieron a agregados militares que los vendieron al concluir su misión.
"Lo que la reglamentación (general) dispone es un trámite que se llama nacionalización y que, luego de nueve meses, los funcionarios pueden vender el auto. Pero lo que establece el convenio bilateral de 1974 es que ese plazo no existe, es decir que pueden vender en cualquier momento", precisó.
Maira admitió que los diplomáticos "han obtenido una ganancia" al vender los autos "y eso puede ser cuestionable, por lo que esos acuerdos se pueden derogar", por lo que prometió "examinar a fondo" este asunto con la Cancillería chilena.
Destacó además el "coraje y valor" del canciller argentino, Jorge Taiana, quien en enero destapó el escándalo tras ordenar una auditoría interna en su cartera.
El fiscal de Estado, Esteban Righi, recomendó a la Corte Suprema que delegue en jueces de instrucción la investigación de los presuntos fraudes con automóviles importados bajo franquicias diplomáticas que excluyen impuestos, lo que supone grandes ganancias para quienes los hayan vendido antes de los plazos fijados por las reglas en esa materia. (EFE)
