Región está "lista para asumir un papel mayor en los asuntos globales", dijo.
Recordó la Alianza para el Progreso pero los tiempos actuales "exigen algo diferente".
Destacó el ejemplo económico y político de Chile y la necesidad de la democracia en Cuba.
En su esperado mensaje para América Latina emitido desde Santiago, en el marco de su visita oficial a Chile, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio cuenta este lunes de su voluntad de avanzar hacia una nueva política sustentada en un "espíritu de asociación e igualdad" entre las diversas naciones del continente.
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| "Somos todos americanos", fue unas de las frases más memorables del discurso del líder estadounidense. (Foto: UPI) |
Destacando la presencia, en el Centro Cultural Palacio La Moneda, de "representantes de otros países", el gobernante reconoció que muchas veces durante su historia "Estados Unidos ha dado por sentada su relación con esta región".
Aquella actitud tuvo un cambio con el "desafío" de la "ambiciosa Alianza Para el Progreso" que promovió el ex presidente John F. Kennedy a inicios de los 60', que "fue apropiado para esa era", dijo Obama. Actualmente, sin embargo, "las realidades de nuestra era exigen algo diferente".
"Latinoamérica no es el viejo estereotipo de una región en conflicto perpetuo (...) El mundo debe reconocer que es una región dinámica, creciente, que está en paz. (...) Las guerras civiles han terminado... Hoy Latinoamérica es democrática y cada vez está contribuyendo más a la paz y la seguridad global, los países de la región han ayudado a prevenir conflictos", resaltó.
"América Latina es hoy más importante para la prosperidad y la seguridad de Estados Unidos que nunca jamás, y creo que se va a volver más importante" por su desarrollo económico: "Cuando América es más próspera, EE.UU. es más prospero", declaró Obama.
"Socios iguales"
En este sentido, "luego de medio siglo debemos darle significado a nuestra manera" a la Alianza Para el Progreso: "Creo que en las Américas hoy no existen socios menores ni mayores, solo existen socios iguales", dijo, calificando al subcontinente como "una región pujante, orgullosa de su progreso y lista para asumir un papel mayor en los asuntos globales".
No obstante, "las asociaciones también tiene obligaciones mutuas", advirtió, al tiempo que señaló a la economía, el medioambiente, la democracia, la seguridad y los derechos humanos como áreas en las que los países de las Américas "podemos forjar avances juntos".
"Somos todos americanos", dijo Obama en castellano -en una de las frases más emblemáticas de su discurso- resaltando que los países del continente tienen todos "una historia común", y ahora es momento de que afronten con esa convicción el futuro que les espera.
Tras recordar el ejemplo chileno del rescate de los mineros, el líder norteamericano indicó que "cuando un país como Chile decide hacer algo, no hay nada que no pueda hacer", y cuando los países de América se unen, "no hay nada que no podamos lograr juntos", finalizó.
Palabras para Chile
Durante su alocución, Barack Obama tuvo numerosas palabras de elogio para nuestro país, que, destacó, es conocido como "el fin del mundo".
Destacando la presencia de los ex presidentes Aylwin, Frei y Lagos entre el auditorio que lo escuchaba, dijo que "Chile demostró que es posible hacer la transición de la dictadura a la democracia en paz".
También hizo menciones al Premio Nobel Pablo Neruda, al terremoto de 2010 y especialmente al exitoso rescate de los 33 mineros, que calificó como "milagroso y un verdadero homenaje al liderazgo chileno".
"Fue un momento global seguido y celebrado por más de mil millones de personas en el mundo. Si alguna vez necesitamos un recordatorio de la humanidad y las esperanzas que requerimos, ese momento lo representó", consideró.
Seguridad y democracia
El líder también se dio tiempo de comentar las responsabilidades de su país para con el continente. Destacó cómo la inmigración latina "enriquece a nuestra nación" estadounidense, al tiempo que reconoció un grado de culpa de su país en la violencia que sufre México a raíz de la demanda de estupefacientes y el tráfico de armas.
Sus palabras más decidoras fueron, no obstante, para Cuba; primero destacando el ejemplo de la organización opositora de las Damas de Blanco y luego comprometiendo su esfuerzo para seguir "buscando formas para encontrar la independencia de Cuba" y "quebrantar la historia" de poder de los hermanos Castro.
"Las autoridades cubanas tienen que tomar una decisión importante para garantizar los derechos de los ciudadanos, y no porque lo diga Estados Unidos, sino porque el pueblo lo merece", sentenció.
