A primera hora de esta mañana regresó a Chile el primer grupo del personal diplomático expulsado de Venezuela por el régimen de Nicolás Maduro, quien lo ordenó luego de que el Gobierno de Gabriel Boric se abstuviera de reconocer su cuestionado triunfo en las elecciones del último domingo.
A las 05:45 horas de este jueves aterrizó en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez el vuelo Latam que traía de vuelta a 20 personas, correspondientes a seis funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores y siete de la Policía de Investigaciones, junto con sus familiares y mascotas, quienes se desempeñaban en la Embajada y los dos consulados generales chilenos que operaban en el país caribeño.
En el terminal aéreo fueron recibidos por la subsecretaria Gloria de la Fuente. "Es un orgullo para nuestro país estar del lado correcto de la historia. Lo más importante para nosotros era tenerlos acá. Recibirlos, que sepan que no estaban solos, que estuvimos siempre pendientes de ustedes y que llegan a su casa", manifestó la segunda al mando de la Cancillería.
La autoridad destacó que, si bien su expulsión desde Venezuela fue imprevista y debieron dejar ese territorio en menos de 72 horas, pudieron ser retirados rápidamente gracias a las gestiones del ministerio y la aerolínea Latam, que permitieron obtener los pasajes necesarios.
Precisó otro grupo de seis personas, entre ellas el embajador Jaime Gazmuri, llegará a nuestro país durante la mañana del sábado.
"Ya estaremos muy tranquilos de tenerlos a todos acá", expresó De la Fuente.
El lunes, Caracas ordenó el retiro de su personal diplomático de Chile, Argentina, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, luego de que estos países exigieran a las autoridades venezolanas transparencia en el recuento de los comicios presidenciales celebrados el domingo y en los que el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el chavismo, atribuyó la victoria a Maduro.
Y el régimen exigió que esos gobiernos hicieran lo propio con sus representantes en la nación caribeña. Una decisión "propia de regímenes dictatoriales", tachó el ministro chileno de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren. La medida demuestra "una profunda intolerancia a la divergencia, esencial en una democracia", deploró luego el Presidente Boric.