El pastor Francisco Anabalón aprovechó su sermón durante el Te Deum protestante para demostrar su preocupación por los "estragos" provocados, entre otros, por el "diabólico tráfico de drogas".
Ante miles de fieles y autoridades de las tres poderes del Estado, entre ellos el Presidente Ricardo Lagos, se desarrolló la mañana de este domingo el Te Deum Evangélico en el principal templo protestante de Santiago, en la comuna de Estación Central. En la oportunidad, el principal sermón estuvo a cargo del obispo de la Iglesia Pentecostal Apostólica, Francisco Anabalón, quien llamó a no dar "vuelta la cara" a la brutalidad de la delincuencia y el narcotráfico.
Durante la ceremonia, a la que asistieron también los presidente de ambas cámaras del Congreso, Hernán Larraín y Pablo Lorenzini, Anabalón pidió asumir las dificultades como oportunidades de cambio.
"Ante el incremento de la brutalidad de la delincuencia que a plena luz del día desafía a la ley y a la autoridad, ¿se puede ser indiferentes frente a los estragos que provocados por el diabólico tráfico de drogas?, ¿se puede dar vuelta la cara para no ver a las familias destruidas, las vidas degradadas por este infernal comercio?", cuestionó el religioso
"Estos vergonzosos hechos, graves que todos conocemos, no representan lo que somos como país. Por supuesto este no es Chile", agregó Anabalón, quien también es presidente del Consejo de Pastores Evangélicos de Chile.
Lagos, quien asistió en compañía de su esposa, Luisa Durán, valoró el sentido del sermón y dijo que se condice con el país que los chilenos quieren construir.
Por su parte, el ex presidente y senador vitalicio, Eduardo Frei, también concordó con Anabalón y llamó a reducir los niveles de pobreza en Chile.
"Yo creo que esa es una tarea pendiente de la sociedad chilena. Más desarrollo humano, más preocuparse de las personas, menos hablar de cifras y hacer un esfuerzo frontal para reducir los niveles de pobreza", dijo Frei.
El alcalde de Santiago y líder de la derecha, Joaquín Lavín, también asistió al Te Deum y al finalizar la ceremonia dijo que el sermón del pastor representa un "desafío" para las autoridades.
"El llamado que ellos hicieron apunta al corazón de los problemas de la sociedad chilena, que son la inseguridad ciudadana, la droga, la cesantía, la pobreza, la igualdad. Creo que han ido al fondo y pienso que nos han hecho un desafío a quienes estamos a cargo de políticas publicas", dijo el jefe comunal.
