"El rector Carlos Peña me pide explicaciones y se las daré. Insisto que lo que se discute en el Congreso es el aborto libre, que se sustenta en el supuesto derecho que tiene la mujer de decidir respecto de si sigue o no adelante con un embarazo".
De esta forma comienza una carta enviada al diario El Mercurio por el arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, que continúa una extensa disputa epistolar que ha mantenido el sacerdote durante esta semana con el señalado columnista Carlos Peña.
"La discusión es sobre el aborto libre", se titula la misiva, escrita en respuesta a otra de Peña titulada "No se discute el 'aborto libre'", donde el abogado emplazó al religioso a explicar "en qué sentido discutir esos tres casos trágicos (inviabilidad fetal, riesgo de vida de la madre y violación) equivale a debatir sobre el 'aborto libre'".
Inicialmente el rector y columnista habitual de dicho medio publicó el 10 de febrero la columna "Aborto: ni santas ni heroínas", en la que aseguraba que el proyecto de ley presentado por el Gobierno para despenalizar el aborto en tres causales "no establece un permiso general para abortar, lo que establece es el derecho de la mujer para decidir hacerlo cuando enfrenta (...) una elección entre alternativas tan dramáticas que ningún observador imparcial podría resolver bien".
"Lo que el proyecto de ley establece es que no es correcto ni razonable que el Estado emplee sus medios coactivos para obligar a una mujer a mantener el embarazo en esas hipótesis", señalaba, argumentando además que "la doctrina católica acepta completamente que no basta que algo sea bueno para que sea debido hacerlo".
Ante ello, el arzobispo respondió el 11 de febrero en "Santas y heroínas" que "el que está en el Congreso es un proyecto de aborto libre", basando su postura en ejemplos de mujeres que se esfuerzan para sacar adelante a sus hijos, y alegando que el proyecto le da "más valor al hijo fuera del vientre que dentro".
Demasiados derechos de la mujer
En su carta de hoy, el religioso argumenta que "si las dos primeras causales -embarazo complejo que pone en riesgo la salud o vida de la madre y el hecho de que el hijo venga con una malformación- fueran consideradas un tema médico, este proyecto de ley estaría llevado adelante por el Ministerio de Salud, sin embargo lo lleva adelante el Sernam".
"El texto del Congreso es generoso a la hora de hablar de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer –el aborto forma parte de esos derechos-, pero es avaro al hablar del derecho que tiene el hijo a que se le respete su vida", acusó el sacerdote.
"En Chile, con este proyecto, una niña de menos de 18 años no podrá comprar una cajetilla de cigarros, no podrá salir del país sin el consentimiento de su padre, no podrá comprar una cerveza, no podrá enajenar sus bienes, pero podrá, sin el conocimiento y consentimientos de sus padres, decir que la violentaron y terminar con la vida de un inocente", aseveró.