El Estado debe adoptar "medidas restrictivas" ante los malos hábitos alimentarios de los chilenos, dijo este martes a Cooperativa el médico Hugo Amigo, académico del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
La Encuesta Nacional de Consumo Alimentario, publicada ayer por el Mineduc, reveló que apenas el 5 por ciento de los chilenos se alimenta de manera saludable.
Hugo Amigo, doctor en Salud Pública y Nutrición y jefe técnico del estudio, aseguró en Una Nueva Mañana que este sondeo -encargado por el Ministerio de Salud- fue "amplio" y "representativo" con un total de "4.920 personas entrevistadas, una por familia", a lo largo de todo Chile.
Ante los malos resultados, "yo creo que hay dos cosas que hay que hacer: siempre (trabajar en) la promoción de salud. Sin embargo, yo creo que va a ser difícil que (las autoridades) huyan de medidas restrictivas", advirtió.
"Por ejemplo en el consumo de sal, algo tenemos que hacer, porque el consumo de sal tiene influencia en la presión arterial y en otro tipo de enfermedades, entonces algo tenemos que parar esto. Yo no creo que el Gobierno se pueda huir de medidas restrictivas", remarcó, poniendo como ejemplo el caso de Australia, donde "simplemente han eliminado el consumo de sal; no sólo han sacado los saleros de la mesa, sino (que han promovido) la eliminación, la venta restringida, etcétera", dijo.
En Chile "el consumo de bebidas gaseosas duplica el consumo de lácteos", ejemplificó el doctor Amigo. (Foto: UNO)
En Chile "el 70 por ciento de la población tiene exceso de peso. Ésa es la realidad que tenemos y sobre esa realidad tenemos que actuar". Por ende, "no creo que sea (la solución) sólo promoción (de hábitos saludables)", señaló el académico.
Se necesitan "políticas de promoción y de restricción, lamentablemente. Yo creo que el Estado va a tener que ver cómo restringe un poco", señaló, destacando que, por ejemplo, en Chile "el consumo de bebidas gaseosas duplica el consumo de lácteos".
Ante este panorama "el Estado no puede ser ausente", sentenció.
"Injusticia social"
Si bien la encuesta mostró un ampliamente mayoritario consumo de alimentos no saludables, detectó algunas diferencias asociadas a factores socioeconómicos.
"Hay diferencias, hay desigualdades y podría decir que aquí también se trata de un problema de justicia social. Es un análisis que habría que tener. ¿Qué cosas llaman la atención? La alimentación del nivel socioeconómico bajo es distinta a la alimentación del nivel socioeconómico alto, y aquí hay cosas interesantes: leguminosas y pan son básicamente un consumo de las clases más bajas", explicó el médico.
En términos generales "hay avances tenues, pero con injusticias. El nivel socioeconómico alto está comiendo un poco mejor, come más fruta y verdura que los (sectores) bajos", lo que se relaciona con "un problema o de acceso", ligado a los precios, y también con la educación, la "claridad en cómo uno debe alimentarse".
"En Chile disminuyó notablemente la pobreza desde el año 90 hacia acá. De 44 pasamos a 14 por ciento, o sea, incorporamos a mucha gente a un poder adquisitivo que no tenía, aspiraciones que no tenía. Cuando usted va a estas cadenas que venden comida chatarra lo que ve no es a la clase rica ni al pobre, es el emergente social. Yo creo que ahí hay un nicho de actuación: aquéllos que han generado ingresos, pero que no han ido acompañados de una educación alimentaria, (que) no es fácil, no se adquiere de la noche a la mañana", reflexionó el experto.
"Rostro de mujer"
El doctor Hugo Amigo destacó que la encuesta también demostró que "hay mayor obesidad en la mujer que en el hombre".
"Es una situación clara y evidente: la encuesta tiene un poquito rostro de mujer, por el papel de la mujer como ella misma y como madre en la alimentación de los hijos. Ella cumple un papel importante y ése debe ser un objetivo de los programas" sanitarios.
"Éste es un problema de facilidad doméstica", señaló, apuntando al problema de "la facilidad para la madre" en la provisión de alimentos en los hogares, donde se opta por embutidos y productos procesados, porque "se gasta menos tiempo"; un tema sobre el que tambiém "hay que reflexionar".
