La iniciativa, implementada desde mayo, permite una coordinación efectiva para el traslado de pacientes.
Mientras las hospitalizaciones de niños han disminuido, los adultos internados se incrementaron.
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| Los pacientes han sido derivados tanto al servicio público como privado. |
Se trata de un sistema que permite una coordinación más efectiva a la hora de derivar a un paciente de un centro asistencial a otro, lo que ha aumentado con la propagación de la influenza humana y las enfermedades respiratorias en niños y adultos.
"Hemos tenido muchísimo más control de los traslados de pacientes que requieren cama porque un hospital tiene su capacidad ya completa, y lo que hemos visto en cifras todavía preliminares es que el promedio de precios que hemos tenido para la compra de camas al sector privado, este año es menor que el que tuvimos el año pasado", indicó Salgado.
Hasta el 8 de julio, en el Servicio de Salud Occidente se habían derivado 111 pacientes, 56 dentro de hospitales del sistema público y 55 a clínicas privadas.
"La demanda por camas sobre todo estas últimas semanas ha aumentado de una manera absolutamente inmanejable. Si esto lo hubiésemos hecho en las condiciones que hacíamos los años anteriores a la gestión de camas habría sido una tremenda dificultad, incluso considerando que abrimos muchísimas camas para pacientes críticos en la gran mayoría de nuestros hospitales", apuntó Cerón.
La tercera semana de junio las hospitalizaciones de adultos en la Región Metropolitana sumaban 247, lo que aumentó a 344 durante la semana pasada, debido a las complicaciones de las neumonías derivadas del virus AH1N1.
El doctor Jorge Jiménez de la Jara, académico de la Universidad Católica, señaló, no obstante, que "todo parece indicar que estamos saliendo de la etapa más aguda" de la influenza humana.
En tanto, las cifras de consultas de urgencia pediátricas por el virus sincicial se redijeron a la mitad en un mes y las 750 hospitalizaciones que se registraron los primeros meses de invierno diminuyeron a 571.
