Nancy Ramírez acusó que su hijo presentaba marcas similares en el rostro a las que tenía el menor al que se le puso un parche en la boca.
Además, dijo que estaba en la misma sala de pediatría.
"Es otro niño más y quizás cuántos niños salgan a la luz que estuvieron en manos de ella", dijo la madre.
Un segundo caso de lesión de un menor fue denunciado en el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, luego de que se diera a conocer que una auxiliar de enfermería a la que se le pidió la renuncia tras poner un parche en la boca de una guagua de tres meses que sufre de una enfermedad congénita para que dejara de llorar.
Ahora se trata de Maximiliano, hijo de Nancy Ramírez, quien estuvo en la misma sala de pediatría hace tres meses y que presentaba marcas similares en el rostro a las que presentaba el caso conocido este martes.
La madre acusó que "fui a hablar con el director del hospital y él dijo 'no, si a veces los niños se pegan', pero le dije que cómo se iba a pegar si estaba amarrado. Entre ellos mismos se taparon, no dieron ninguna explicación".
Indicó que cuando vio las fotos del menor al que le pusieron un parche en la boca "me emocionó, porque ya no era solamente mi hijo. Es otro niño más y quizás cuántos niños salgan a la luz que estuvieron en manos de ella e investigar si había otras madres que estuvieron ahí, porque varias dijeron que tenían miedo porque sus hijos amanecían con rasguñones".
El recinto pidió la renuncia a la auxiliar de enfermería suplente Tamara Zamorano tras conocerse el caso del hijo de Mónica Ayala, conocido este martes.
Respecto a esta nueva situación, la otra madre afectada, Nancy Ramírez, espera ponerse en contacto con la familia del menor amordazado para realizar acciones legales conjuntas.
Este miércoles, el Servicio Nacional de Menores interpuso una querella en contra de la auxiliar de enfermería, que es sindicada como la autora de estas lesiones.
